Hoy os damos la bienvenida al lejano oriente. El Restaurante chino Mey-Mey, será nuestra recomendación.
No hay mejor forma de desear un buen viaje y estancia a una amiga que se muda temporalmente a China, que cenando en un restaurante chino. Además de ese modo, la persona que parte rumbo a este destino, se va aclimatando a la que será en su futuro próximo su gastronomía.
Bautizado como uno de los mejores restaurantes chinos de Valencia, teníamos que ir a celebrar este momento allí. Se encuentra ubicado próximo a las paradas de metro de Àngel Guimerà y Plaza España, concretamente en la C/ Historiador Diago, 19, por tanto la comodidad para llegar es uno de sus puntos a favor.
Como era un grupo bastante grande, nos situaron en una mesa redonda, otro de los puntos favorables, para poder hablar con todos los comensales y además tener la opción de emplear la base giratoria para probar el plato que más te gustase de la mesa.
Para abrir boca y el apetito, nos deleitaron con este entrante: vasitos con salsa (para mi tuvo demasiado gusto a mahonesa) y decorados con hojas de apio y barquillo envuelto.
Algunos de los asistentes, optamos y nos aventuramos a probar el menú degustación, muy variado y delicioso. Y por un precio de 22 euros con postre incluido para dos personas.
Este menú estaba compuesto por:
Arroz aromatizado y envuelto, solamente con olerlo ya se apreciaba la diversidad de especias utilizadas. Estaba delicioso y la presentación exquisita.
Vieiras salteadas. Presentadas en la concha de la vieria, la carne del molusco estaba cocinada con una variedad de verduras al vapor.
Ternera con salsa de soja negra y salteado de verduras. Y rollitos de pato, os tengo que decir que no soy nada fan del pato y que pese a mi reticencia inicial, me gustó.
Un conjunto de Dim Sum variados, esta es una de las razones por las que lo hacen especial a este local, ya que estos aperitivos cantoneses no los verás en cualquier chino (entendido por los chinos con menús orientados para occidentales). La presentación y su cocción al vapor. ¡Insuperables!
Y de postre, pudding de mango. Delicioso es poco, el mango espectacular. Nota: estaba relleno de dulce de membrillo. Yo no soy aficionada a esto, así que tengo que reconocer que me dejé el membrillo.
Para los comensales que no optaron por el menú degustación también hubo platos. Aunque luego ya se sabe, que todos probamos un poco de todo. Compartir es vivir y si es comiendo, todavía más. Ensalada china, pero en su versión mucho más oriental, soja a go-gó. He de decir que la presentación de los platos y la vajilla a mi me enamoraron. (ale, ya lo he dicho).
Dile sí a las verduras y si es tempura, mucho mejor. Berenjena, pimiento, cebolla, espárragos... variedades de colores y sabores, presentados en una especie de cesta.
Tallarines de verduras con curry y tallarines de pollo, sobra decir más cosas que lo que las imágenes nos muestran.
¿Y qué mejor forma que poner fin a la velada que con un té?
Como regalo o invitación de la casa nos dieron estas probetas con sabores cítricos.
¿Tenéis pensado ir a comer o cenar a un restaurante chino? Probad el Mey-Mey. Saldréis encantados.
¡FELIZ SAN VIERNES a todos!
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