El Parque Nacional de los Glaciares del oeste de Canadá se fundó en 1886 y su historia está profundamente ligada al las dos rutas de transporte principales en Canadá, la Canadian Pacific Railway (tren) y la Trans Canada Highway (carretera). Con el tren y el acceso por carretera llegó el turismo, y poco después el establecimiento del Parque para su protección.
El parque ofrece al visitante altas cumbres que encierran grandes glaciares activos, y uno de los sistemas cavernarios más grandes de Canadá, además de enormes bosques famosos por ser “territorio grizzly”.
Bear spray: gas pimienta anti-osos
Cuando mencionamos a Gerald del Dreamcatcher hostel que queríamos hacer algún hike en el Glacier National Park, lo primero que hizo fue darnos un bote de bear spray, espray anti-osos y explicarnos cómo usarlo.
Este espray es una especie de gas pimienta que solo debe usarse como último recurso de defensa contra el ataque inminente de un oso agresivo. Hay que apuntar desde el suelo a los ojos del oso, y se recomienda que sea la persona que va en última posición quien lo lleve, (en caso de disponer solo de 1 bote), pues si la primera persona es sorprendida por un oso agresivo, no tendrá apenas tiempo de reaccionar.
La persona de atrás dispondrá de unos segundos más para sacar el bote, quitar la anilla de seguridad, y utilizar el spray.
Os podéis imaginar nuestras caras mientras nos explicaban todo esto...¿En serio? Pero no quisimos pasarnos de valientes, y aceptamos agradecidos el spray (que por suerte, no tuvimos que utilizar en ningún momento).
También nos avisaron (y efectivamente, así fue) de que posiblemente habría una restricción de grupo en las rutas, lo que significa que por motivos de seguridad, en las zonas donde hay mucha actividad grizzly, es obligatorio ir en grupos de mínimo 4 adultos.
Además otra recomendación consiste en ir haciendo mucho ruido para evitar posibles encuentros. Hay gente que lleva un cascabel colgando de la mochila, pero con hacer palmadas de vez en cuando, sobre todo en los giros del camino sin visibilidad, es más que suficiente para alejar a los osos, que en realidad, no tienen ningún interés en encontrarse de cerca con humanos.
El Paso Balú (Sí, el oso de El Libro de la Selva)
Habíamos pensado hacer la ruta del Gran Glaciar, una empinada senda de algo más de 3km hasta el lecho de roca del glaciar Illecillewaet, pero esta senda se encontraba entre las que tenían la restricción, según nos informaban en el Centro de Visitantes, justo en el corazón del parque.
Para encontrar un grupo y unirnos, teníamos que ir en coche hasta el comienzo de la ruta, y buscar en el camping cercano alguien que fuese a hacer esa ruta.
La otra opción que nos dieron, fue hacer la ruta del Paso de Balú (sí, sí, el oso de El Libro de la Selva) que también tenía restricción de grupo, pero que partía desde el mismo centro de visitantes.
Buscando a mi alrededor, vi a una chica junto a una furgoneta terminando de prepararse para echar a andar. Le pregunté a donde iba y me dijo que justo iba a hacer la ruta del paso de Balú junto a otros 10 alemanes, pues resultó ser una guía de montaña. Le preguntamos si podíamos acoplarnos con ellos y nos dijeron que si nos quedábamos detrás del grupo y quedaba claro que ella no era responsable de nosotros, que no había problema.
Foto by Luisma
Nos avisaron de que iban a ir despacio, lo cual nos venía de lujo, pues no estábamos muy en forma, y allí que nos fuimos con nuestro grupo de alemanes montaña arriba.
La ruta del Paso de Balú nos llevará a lo largo de 6.5km hasta el otro lado del valle, desde el que contemplar las cumbres de las montañas dedicadas al espíritu del oso.
Grizzly, Ursus Minor, Ursus Major y Bagheera son las montañas que se mostrarán ante nuestros ojos al final de la ruta.
Distancia ida y vuelta: 13km. Desnivel: 780m
Partiendo del parking del Centro de Visitantes de Roger Pass, comienza una senda que pronto empieza a tomar altura, a través de un bosque de pinos y helechos donde encontraremos abundantes líquenes y setas.
Tras la subida, la senda llanea de forma intermitente durante un trecho, en el que caminaremos entre arbustos de buffalo berry y otras bayas favoritas de los osos grizzly. Hacer palmas cuando tomamos una curva llena de arbustos no es mala idea, para espantar a posibles recolectores.
Esta zona se mantiene libre de pinos y bosque por ser un área en la que durante los meses de invierno, ocurren con frecuencia avalanchas de nieve que limpian el terreno y lo prepara para crear el ecosistema perfecto para que crezcan estas bayas, que en verano serán frecuentadas por los osos del parque. ¡Nada es casualidad en el mundo natural! Hasta las avalanchas tienen su porqué.
Gracias a las precauciones que toman los senderistas, un encuentro con un oso, no es tan frecuente, pero sí que encontrarás descaradas marmotas y graciosas pikas a lo largo de la ruta del Balu Pass.
Tras un corto respiro para atravesar la zona de avalanchas, la ruta comienza a tomar de nuevo altura rápidamente, a través de una pradera llena de flores preciosas que nos amenizan la subida.
Hay que cruzar varios arroyos, pero la ruta está perfectamente habilitada con un camino de piedras durante el verano, (que son retirados en invierno, por seguridad).
Foto by Luisma
Nuestro día estaba más bien nublado, pero aún así, las vistas son impresionantes, tanto a un lado como al otro del valle.
Un poste marca el final de la ruta, pero si seguís por el sendero que avanza a la izquierda por el borde del paso, tendréis una visión genial del otro lado del valle y de las grandes montañas del espíritu del oso, (si las nubes os lo permiten, claro).
Foto by Luisma
Para completar el total de 13km de la ruta, solo queda volver sobre nuestro pasos, y deshacer los 6,5km que hemos subido, ahora descendiendo.
Otras rutas muy cortas en el Parque Nacional de los Glaciares
Para completar nuestra visita al Glacier National Park, podemos hacer una rápida parada en el “Meeting of the waters“, el encuentro de las aguas de los ríos Asulkan e Illecillewaet en una senda circular de 1,5km, y bajar la empinada cuesta (y luego subirla) que lleva a las cataratas del Arroyo del Oso (Bear Creek) durante aproximadamente 1km.
Y no os olvidéis de disfrutar de las vistas desde la carretera por el camino, porque son realmente espectaculares.
Foto by Luisma
Dónde cenar en Golden
De vuelta en Golden, para cenar, elegimos el restaurante que nos recomendaron en el hostel, donde nos hacían un 10% de descuento:The Island.
Pedimos un especial del día: un espectacular solomillo de búfalo con ajo machacado, patatas, pimientos y calabaza asados, acompañados de una salsa casera buenísima. También pedimos una ensalada de pollo a la brasa que estaba también muy rica.
Al día siguiente dejábamos Golden con una pena muy grande por irnos, ya que habíamos estado super agusto en el Dreamcatcher hostel, y se nuestros anfitriones Gerald y Abbie se habían encargado de que disfrutásemos al máximo de nuestro tiempo explorando los Parques Nacionales de la Columbia Británica.
Nos íbamos con ilusión también, pues por delante teníamos aún muchos días explorando otras maravillas, como nuestro siguiente destino, la Carretera de los Campos de Hielo y el Parque Nacional de Jasper.
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