En el parque y en sus alrededores se pueden realizar todo tipo de actividades y durante prácticamente todas las épocas del año. Desde alquilar una canoa y bañarnos en sus lagos en verano a hasta alquilar una moto de nieve y recorrer diferentes senderos en pleno invierno.
Algonquin Park se encuentra a unas 3 horas de Toronto en coche, el medio de transporte que más recomiendo, ya que el parque es enorme y no hay muchas más opciones para llegar.
Lo que no te puedes perder:
Alquilar un kayak o canoa y recorrer sus lagos
Visitar Algonquin Visitor Centre, donde hay exposiciones sobre el parque y unas vistas maravillosas del conjunto desde su mirador (y si estás de suerte puede que veas osos)
Hacer senderismo por una de sus muchas rutas: Barron Canyon Trail, Lookout Trail…
Pasar un fin de semana desconectado de la tecnología en alguno de los muchos alojamientos disponibles
Admirar la naturaleza que ofrecen sus paisajes, es muy probable que puedas ver alces, osos y muchísimas aves diferentes, como el famoso “somorgujo” (conocida en Canadá como loon y que está en sus monedas de 1 dólar, comúnmente llamadas loonies)
Nuestra primer parada, Huntsville, el pueblo con el mayor número de habitantes de la región de Muskoka. Aunque no fuera el mejor día para visitar el parque, me encantó Las típicas sillas de Muskoka.
Hay infinidad de actividades para realizar en Algonquin Park, desde alquilar un kayak o canoa para recorrer los lagos o hacer una ruta en bicicleta
Para más información sobre el parque, podéis visitar la página web oficial de Algonquin Park.
¿Habéis estado alguna vez en Algonquin Park? ¿Qué fue lo que más os gustó?