Monte RobsonPor primera vez hemos repetido país, nos gustó tanto que este año decidimos volver a Canadá para ver la parte oeste y deciros que hemos vuelto doblemente fascinados y maravillados por este país, sería quedarme corta... ¡estamos totalmente enamorados de él!
Los paisajes de esta zona son espectaculares. Cuando te quedabas observándolo muchas veces costaba creer que lo que tenías delante era verdad y no un decorado de una película. Además nos hizo un tiempo estupendo, incluso un poco más calor del que esperábamos, y encontramos justo lo que necesitábamos: naturaleza, animalillos y un montón de caminatas al aire libre.
Lago Louise con un trocito del glaciar Victoria al fondo
Nuestro recorrido comenzó en Calgary y acabó en Vancouver, pasando por los Parques Nacionales de Banff y Jasper y un pequeño salto a la isla para ver Victoria.
Cabras montesas paseando por la carretera...
En las montañas rocosas pudimos subir al glaciar Athabaska, que forma parte del Campo de hielo de Columbia, uno de los mayores campos de hielo y nieve al sur del círculo polar ártico. Estar allá es simplemente espectacular, aunque acabes pelado de frío jajaja.
También subimos en una lancha rápida para intentar ver osos, pero no tuvimos suerte pese a estar en el Valle Grizzly Bear. Eso sí, la experiencia fue divertidísima y ver el paisaje que rodeaba aquel río mereció la pena.
En Vancouver seguimos con el mismo ritmo y no paramos recorriendo la ciudad, viendo cochazos e incluso el rodaje de una película.
Hice la locura de subir al Capilano Brigde Suspension, un parque en medio de un bosque lleno de puentes bastante altos y que, si tienes vértigo, no te lo recomiendo mucho... Yo no me acuerdo de la mitad del parque y todavía me tiemblan las piernas cuando lo recuerdo jaja. Eso sí, te dan un diploma al acabar tu recorrido.
Mi cara de alegría era por salir del parque, no por el diploma jajajaAlucinamos con el nuevo cine "Fly Over Canada" (no os voy a contar nada, por que eso hay que verlo!). Y disfrutamos de un precioso anochecer desde una de las playas de Vancouver.
En Victoria visitamos uno de los jardines más bonitos que hemos visto, el Butchart Gardens...
Y no pudimos resistirnos y volvimos a salir para ver ballenas. Aunque se hizo esperar, esta vez encontramos a una ballena jorobada un poquito más cerca que en el viaje anterior.
En el camino hasta encontrar la ballena también disfrutamos viendo una colonia protegida de focas. Pese al fuerte olor a pescado que desprendían, nos quedamos embobados mirándolas jeje.
Sobre la comida poco hay que comentar... No tienen una gastronomía propiamente dicha, sino que es una mezcla de todas las comidas que los inmigrantes se llevaron consigo y con una gran influencia de los Estados Unidos.
Hamburguesa de búfalo con ensalada de frutos del bosque
Aun así probamos bastantes cosas consideradas como "típicas": la hamburguesa de alce y la de búfalo, la famosa carne vacuna triple A (espectacular), una pedazo de mariscada y el curioso "candy salmon", un salmón ahumado y cubierto con sirope de arce que le da un sabor dulce de lo más rico.
Carne de vacuno triple A, se deshacía en la boca!Y hasta aquí llegó el resumen de nuestras vacaciones. Si alguna vez habéis pensado en ir a visitar este país yo os diría que fuerais ya! Coincidimos con un montón de gente que, como nosotros, repetía tras haber visto el este y, los que eran su primera vez, ya estaban pensando en volver de nuevo...
La verdad es que es un país que te atrapa... No es probable, pero a nosotros nos han quedado las ganas de volver una vez más... De nuestra lista de cosas a ver tenemos pendiente ver algún oso (se escondieron todos!) y la famosa Spirit Island, que al llegar nos encontramos el lago Maligne así y el barco no pudo salir :(.
Son buenas excusas, verdad? ;)