En este primer post caminaremos desde la frontera entre dos reinos históricos de la Península Ibérica, el reino de León y el de Castilla: desde Puente Fitero hasta Boadilla del Camino.
Erguida, de pie sobre el Alto de Mosterales, hacia el oeste, delante de mis ojos, la imponente llanura de los campos de Palencia donde el Camino Francés se abre paso.
Apenas 150 metros elevan mi perspectiva junto a mi espíritu viajero. Suficientes para descubrir una de las comarcas donde mejor se conserva la esencia del Camino de Santiago.
Tierra de Campos, es el topónimo de esta bella comarca natural. El Camino de Santiago es la arteria principal, y el Canal de Castilla, su obra maestra de la ingeniería hidráulica.
Peregrinos, pasar de puntillas por la provincia de Palencia es perderse uno de los capítulos fundamentales del libro abierto que es el Camino de Santiago Francés.
No se puede entender el Camino sin experimentar la soledad, quietud y los campos infinitos de estas tierras con tradición peregrina.
Allá fui, en busca del Camino por tierras palentinas durante unos días que tornaron en inolvidables. ¡Cuánta falta hace hoy en día una experiencia así!
¿No me crees aún? ¿Tienes una idea distinta de esta comarca? ¡Viajad, viajad, peregrinos a Tierra de Campos!
Camino Francés por Palencia: cita con Aymeric Picaud
Peregrino, monje y jinete que realizó a caballo el Camino de Santiago durante el siglo XII, se le atribuye el libro V del Codex Calixtinus con permiso de Hugo el Potevino.
El libro V del Codex es la primera guía del Camino de Santiago documentada, donde se detallan diferentes aspectos del mismo tales como:
Caminos, jornadas y las personas que repararon el camino.
Las cualidades de las tierras y gentes.
Visitas a reliquias, la calidad de Santiago de Compostela y de su catedral.
Y finalmente sobre el digno recibimiento a los peregrinos de Santiago.
Este monje viajero tuvo el privilegio de conocer el Camino en sus orígenes, cuando su esencia rezumaba por los poros de cada peregrino en pos de la tumba del apóstol.
Llegó cabalgando a estas Tierras de Campos desde su Francia natal, tomó el Alto de Mosterales, y sobre algún lugar muy próximo a donde yo alcé la vista, pergeñó:
Esta tierra está llena de tesoros, abunda en oro y plata, rica en paños y vigorosos caballos, abundante en pan, vino, carne, pescado, leche y miel.
Pero… ¿Se mantiene hoy en día aquella visión de Monsieur Picaud?
La única manera de saberlo, que yo sepa, es ponerse uno mismo en camino por tierras palentinas. Así lo hice y aquí te lo cuento.
Puente Fitero, la puerta a Palencia
Fue población y puente, hoy en día sólo queda como uno de los puentes de origen románico más largos del Camino Francés.
Bueno eso, y una renovada ermita de San Nicolás al servicio del peregrino con la ayuda voluntaria de una asociación cristina italiana, de cuyo nombre no logro ahora acordarme.
Este albergue restaurado, recibe con los brazos abiertos a los peregrinos que deciden pernoctar junto al río Pisuerga.
Bajo su impresionante ábside románico se puede experimentar el ritual del lavatorio de los pies, tal y como Jesús de Nazaret instauró entre sus discípulos.
Nuestro protagonista Aymeric en su libro V del Codex, capítulo VI, ya escribía sobre los buenos y malos ríos que en el Camino de Santiago se encuentran:
Los ríos que, por el contrario, se consideran dulces y buenos para beber, se conocen vulgarmente por estos nombres: el Pisuerga que pasa por el puente Fitero y el Carrión, que pasa por Carrión.
Este puente sirvió de paso fronterizo entre los dos pujantes reinos cristianos de Castilla y León. Por lo tanto fue un lugar estratégico tanto para la historia como para el Camino de Santiago.
Cruzado el Pisuerga por Puente Fitero, seguí andando pegada a la orilla del Pisuerga. Apenas 2 kilómetros me separaban de la siguiente población del Camino.
Itero de la Vega
Y es que Itero fue durante buena parte de la Edad Media, un importante mojón del Camino y del reino de Castilla, primero ante los árabes y con posterioridad frente al pujante reino de León.
No siempre Itero de la Vega estuvo a la vera del Camino, pues antes de la concentración parcelaria la ruta jacobea transcurría por otra aldea más alejada, hoy convertida en la bodega de Itero.
Hoy en día esta pueblo ha hecho suya la tradición peregrina que históricamente ha merodeado siempre entre sus tierras.
De hecho, el atrio porticado de su Iglesia de San Pedro Apóstol, dio socorro a no pocos refugiados, viajeros y también peregrinos.
Aquel día pude apreciar que ese refugio continúa dentro de su atrio, es más justo frente a él, se encuentra el albergue municipal de peregrinos.
Mención especial merece su Rollo de Justicia. Por cierto, no será el último que me encontraré por estas tierras de Castilla.
¿Y esto del “Rollo de Justicia” qué es?
Uno de estos rollos es una columna normalmente esculpida en piedra que representaba la categoría administrativa de la población en que se levantaba.
Tenía además otra función menos política, como era la de los ajusticiamientos a modo de picota.
Servía por lo tanto para castigar a los delincuentes comunes por penas menores, que tras ser atados y azotados, eran expuestos a vergüenza pública.
Cuentan los más viejos del lugar que a algunos reos se les ataban con grilletes, y más aún, eran literalmente clavados ¡por el lobulillo de la oreja al rollo! De manera que si rompían tan delicado vínculo, quedarían marcados de por vida como reos.
¿Te acuerdas de los rollos gallegos? Se llaman “Cruceiros”, aunque estos últimos estaban muy lejos de castigos y más cercanos a signos cristianos.
Boadilla del Camino
Itero de la Vega y Boadilla del Camino están separados por 8 kilómetros de una larga y recta senda entre campos, que en primavera presentan un mosaico embriagador.
Entre medias, el antiguo poblado salpicado de pequeñas bodegas, donde un buen paisano nos invitó a un par de copas de un vino artesanal.
Sin frío en el cuerpo y al alma henchida, fuimos en busca de Boadilla con justo apellido “del Camino”, por tradición y derecho propio.
Muchas cosas aprendí en Boadilla, estos pueblos palentinos conservan historias para sembrar todos y cada uno de sus campos.
Aprendí un poco más del oficio de hospitalero que conoce y reconoce al peregrino venido de muy lejos, creando un modesto paraíso para su descanso.
Gracias Jesús por tu tiempo, conocimiento y la apetitosa comida que nos brindaste en tu casa, con tu familia, sin pedir nada a cambio, salvo nuestra compañía y atenta escucha.
Un buen plato de arroz con verduras y pollo, pan, vino, champiñones encebollados y para rematar, membrillo casero con queso de la tierra. ¿Se puede pedir mejor menú del peregrino?
Decía Aymeric en su guía:
Sin embargo, esta tierra carece de arbolado y está llena de hombres malos y viciosos.
Evidentemente hay cosas que en esta tierra permanecen inalteradas con el tiempo, en cambio existen otras que han mejorado hasta la exquisitez.
La senda del Camino Francés a su paso por Boadilla
Merece mención especial el irracional rodeo que hace el supuesto trazado oficial a Boadilla, que por algo se apellida “del Camino”, digo yo.
No tiene ningún sentido. Existe un puente románico que cruza el río “seco”, un antiguo hospital de peregrinos aún en pie, y después, la calle Francos que desemboca en la plazoleta del rollo y la iglesia, en claro recordatorio al Camino histórico Francés.
Nada de lo anterior existe para la ruta oficialm así que peregrinos, al cruzar el río seco tras la fuente del volante, tomad la senda de la izquierda, adentraos en el pueblo, buscad la calle Francos, la iglesia y su magnífico Rollo Gótico de Justicia. ¡Imprescindibles!
Los últimos ajusticiados del Rollo de Boadilla fueron un grupo de chavalitos de los pasados años 50, cuando no se les ocurrió otra gamberrada que apedrear a un grupo de personas durante unas fiestas.
Se les ató al rollo para su escarnio y vergüenza, pero al pronto fue más fuerte su picaresca que la cuerda que los atenazaba.
Salimos de Boadilla con la mochila cargada de historias que recordar, más allá nos esperaba Frómista, pero esto será otro pequeño capítulo de este viaje por tierras de Palencia.
Próximamente en este blog, y en nuestro programa El Sonido del Camino de Radio Viajera.
Nos vemos en el próximo post, o el próximo martes a las 11:00 de la mañana o a las 21:00 en la radio.
¡Buen Camino Peregrinos!
Fuente: este post proviene de WomanToSantiago, donde puedes consultar el contenido original.
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