Situado en las inmediaciones del Mar Menor de Murcia, es una de las zonas de la costa mediterránea mejor conservadas, calas vírgenes, dunas fósiles, acantilados y largas playas doradas. En una zona donde todo está construido sorprende encontrarse con este reducto natural, un paisaje que ha sabido protegerse del ladrillo. Es la cara más agreste de la costa murciana.
Playas vírgenes
Largas playas de aguas cristalinas donde el color de la arena cambia de un dorado intenso a un tono rojizo, según la luz del día, unas playas de calidad que no están masificadas, como la de las Cañas o Calblanque . No es de extrañar que la gente se acerque hasta allí en busca de un lugar tranquilo donde descansar y disfrutar de un paisaje sin artificios. Lástima que algunos visitantes desaprensivos dejen las colillas y restos de basura por allí.
Diversidad ecológica y ambiental
Por la importancia de su diversidad biológica está protegido como Parque Natural. Existe una gran variedad de especies botánicas, una vegetación que resiste a la aridez de la zona, donde destacan los palmitos, la sabina mora y el ciprés cartagenero. Otro de los atractivo es su rica fauna, podemos dirigirnos hacia las salinas de Rasall donde hay un observatorio de aves.
Para los más deportistas
Existe una red de senderos con diferentes rutas para explorar, senderos que recorren la montaña y los bellos acantilados de la costa, señalizados ya que estamos en un espacio protegido y es aconsejable no salirse de ellos para no deteriorar la zona.
Viajar al Parque natural de Calblanque en Murcia, con su playa como protagonista, te permitirá conocer uno de los rincones con más encanto de la costa murciana y no te dejará indiferente.
Cómo llegar
Se llega por la autovía de Cartagena a La Manga, el desvío está señalizado pasado Los Belones y desde allí se accede a una carretera sin asfaltar que llega hasta un parking, muy cercano a las playas.
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