Bodie, es una ciudad fantasma parada en el tiempo al este de California. Por sus calles los turistas caminan asomándose a las ventanas por las que observan los restos de un pasado en el cual la gente buscaba un futuro mejor, gracias al oro de las minas de la zona.
Sábado 22 de Junio de 1878.
Querido diario:
Después de un largo viaje desde mi hogar en Santa Bárbara, he llegado a Bodie. Ha sido una , locura los días pasaban y creía que no llegaríamos nunca. Padre está muy ilusionado, dice que aquí sí que conseguirá hacer dinero.
Pero yo no lo veo tan claro, hemos dejado atrás la belleza del mar, su olor y ese sabor salado que deja en tus labios por esta tierra seca y abandonada de la mano de dios. No he visto nada interesante desde que llegué aquí.
Yo tenía pensado estudiar medicina, ya sabes que tenía vistas de casarme con John Stevens, sé que es mayor para mí, él tiene 28 años y yo voy a cumplir 17 este mes. Pero siendo amigo de la familia creía que era lo más apropiado, además él es doctor y todo parecía ir bien con él hasta que Padre tomó esta decisión.
Parece ser que aquí hay varias minas de oro y le han propuesto trabajar en el Banco de la ciudad, el piensa que no hay mejor lugar para trabajar de banquero que un sitio rodeado de tan preciado mineral. Para mi es todo lo contrario, solo hay mujeres de dudosa reputación, borrachos, mineros mal hablados, chinos y toda variedad de Saloons.
Ya sé que Santa Bárbara tampoco era el lugar ideal para vivir, pero si me hubiera ido a estudiar todo hubiera sido perfecto…., igualmente tengo que dejar atrás esa idea y buscar algo nuevo que hacer aquí. Según mi madre hay una pequeña escuela donde podría echar una mano con los niños, no es gran cosa pero al menos así me mantengo entretenida y aprendo un oficio. Los niños me encantan, enseñarles a leer, escribir, llenar sus cabecitas de sabiduría será un placer.
Martes 25 de Junio de 1878.
Querido diario:
Tengo muchas cosas que contarte hoy conocí al señor O´connor o Patrick como me ha dicho que le llame, el profesor de la escuela, es un hombre educado y amable, accedió felizmente a que yo le ayudara en la enseñanza de los niños, mañana empiezo.
Parece que mis suplicas han sido escuchadas y veo Bodie con otros ojos, sigue habiendo todo tipo de malvivientes en la calle, pero conocer a Patrick me ha hecho muy feliz.
Hoy mismo me presentaron a Elisabeth Mcarthur, tiene mi misma edad, es hija de un compañero del banco donde trabaja Padre. Ella es toda una caja de sorpresas, dice que este lugar la deprime y que se va ir de aquí en busca de aventuras, también quiere estudiar y tiene multitud de ideas locas sobre los derechos de la mujer. Me ha dicho que en cuanto consiga el dinero me avisa para fugarnos juntas, me hizo reír a carcajadas.
Como ves todo ha mejorado bastante, solo hay una cosa que me inquieta, a veces en mi cuarto oigo voces y pasos, pero no hay nadie cerca. Madre dice que es debido al crujir de la madera de la casa pero a veces me cuesta creerlo. El domingo me encontré con dinero sobre mi cama, eran monedas y billetes, Padre dijo que no eran suyos y yo no recuerdo dejar nada ahí. No quiero parecer loca pero todo esto me deja mal cuerpo.
Jueves 27 de junio de 1878.
Querido diario:
Dar clase es algo extraordinario solo llevo dos días pero han sido muy intensos, Patrick es encantador con los niños y conmigo, siempre me dice cosas alentadoras.
Pero quería contarte acerca del primer día de clase. Era la primera vez que me quedaba a solas con los críos y vi a alguien en la ventana asomado, era como una sombra… me dí tal susto que salte de la silla señalando hacia ese ser desenfocado pero ninguno de los niños vio nada, todos me miraron pensando que estaba loca, sobre todo los más mayores me observaban con sonrisas burlonas. Pero yo vi algo lo juro.
Después de aquello he decidido no contarle nada a nadie acerca de las cosas que me han sucedido, porque no quiero que la gente piense que he perdido la cabeza como esos pobres diablos que deambulan por la calle principal, gritando a gente imaginaria que según ellos nos observan durante el día.
Lunes 15 de Julio de 1878.
Querido diario:
Se acabó. Decididamente me he vuelto loca, cada día veo más cosas extrañas. Hoy me estaba peinando frente al espejo y de repente apareció una mujer con una máquina en la cara, se miraba a través de ella y sonreía, cuando quise avisar a alguien ya había desaparecido.
Pero eso no es todo el domingo pasado en la puerta de la iglesia me pareció ver gente con esa misma cosa en la cara observando como si fuéramos muñecos en un escaparate, esta vez les hice señales pero ninguno respondió, creo que ellos no me ven, a diferencia del resto de feligreses que no entendían mis aspavientos. Tendrán razón los locos y nos observan otras personas…
He hablado con Padre y Madre, les he dicho que no aguantaba este lugar, que me quería ir. Madre no lo entendía pues hace poco le dije que adoraba la enseñanza y al señor O´connor. Es cierto desearía casarme con él tener, hijos y ser maestra, pero esta sensación de ser observada puede conmigo. Debido a mis suplicas permiten que me vaya de aquí junto a Elisabeth a estudiar fuera de esta ciudad del infierno.
Bodie es una ciudad fantasma y está repleta de seres indeseables, espero que Padre y Madre huyan de aquí antes de que sea demasiado tarde.
Aquí te dejo querido diario, para que esa gente que nos mira te encuentre y sepa que yo también sé de ellos.
Anabella Stuard.
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