Hay un sinfín de películas que, injustamente, desde el comienzo están predestinadas a pasar sin pena ni gloria por nuestras carteleras. A veces esto se debe simplemente al escaso interés de las distribuidoras, otras veces a su casting poco reconocido internacionalmente y otras, simplemente porque se trata de cintas enmarcadas dentro de lo que conocemos como cine independiente.
Dentro de este grupo de películas nos encontramos el título que os traemos hoy a este rincón, la cinta de 2012 “Las ventajas de ser un marginado” (“The Perks of Being a Wallflower”), basada la novela homónima de 1999 de Stephen Chbosky.
“Las ventajas de ser un marginado” empieza presentándonos a Charlie (Logan Lerman) su protagonista. Charlie es un adolescente en su primer año de instituto, inteligente, introvertido, solitario, tímido y con escasas (o nulas) capacidades sociales.
Unos días después del inicio de clases, Charlie conoce a dos alumnos de último curso, Patrick (Ezra Miller) y a su hermanastra Sam (Emma Watson) de quien se enamora secretamente. Aunque mayores, Patrick y Sam invitan a Charlie a una fiesta con su grupo de amigos. En esa fiesta Charlie, después de un contacto involuntario con la marihuana, se acaba sincerando con Patrick, contándole el origen de su estado y situación: durante el curso anterior su mejor y único amigo se suicidó, y aún está tratando de superarlo.
A base de confidencias, Charlie es integrado en el grupo de amigos de Patrick y Sam y en grupo de teatro que entre todos conforman. En una de las representaciones del grupo, Charlie debe salir a escena y vivir la sensación de ver a Sam en ropa interior y tocar sus pechos. Poco después de este shock, Mary otra de sus nuevas amigas le invita a un baile, y de ahí a un beso y al consiguiente noviazgo no deseado.
Incapaz de herir los sentimientos de Mary, Charlie continua con ella hasta que un día, durante un juego de la verdad con el grupo todo sale a la luz. La verdad trae una cruel consecuencia para de él, ya que de nuevo se queda sin amigos y relegado a la soledad.
A partir de este momento, “Las ventajas de ser un marginado” toma nuevos derroteros, la homosexualidad de Patrick, la elección de universidad por parte de los amigos de Charlie, el fin de curso, la reconciliación, etc., aunque como ya os podéis imaginar, hasta aquí ha llegado nuestro análisis argumental.
Técnicamente, “Las ventajas de ser un marginado” es una película plagada de aciertos y errores ya que, si por un lado el debutante Chbosky es capaz de mezclar temas tan profundos como el autodescubrimiento, la aceptación personal, el primer amor, la homosexualidad, la dependencia en la adolescencia, haciéndolo además con gran acierto, también peca y exceso de lentitud en el desarrollo de varias situaciones.
Desde el punto de vista interpretativo comentaros que la elección del trio protagonista merece un sincero y sonoro aplauso. En primer lugar para Logan Lerman dando vida al introvertido Charlie en su despertar adulto con un amor que no desea, una ambigüedad delicada con Patrick y su sufrimiento por lo que le ha tocado vivir, sencillamente brillante. También están geniales, tanto Emma Watson como sobre todo, Ezra Miller.
“Las ventajas de ser un marginado” no es ni una Obra Maestra del cine, ni una maravilla, pero tiene un algo, tiene esa magia que está al alcance de pocas, que es dejar poso y hacernos pensar una vez finalizado su metraje. Así pues, por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Las ventajas de ser un marginado” es de un 6 sobre 10.
Título original: “The Perks of Being a Wallflower” – USA – 2012
Duración: 103 minutos
Dirigida por: Stephen Chbosky
Género: Drama, Amistad