En este artículo os conté la historia de la leyenda de la sangrienta Mary (Bloody Mary), un mito de la cultura norteamericana, basado en la figura de una bruja que habitaba en el bosque y que secuestraba a niñas y chicas jóvenes, mediante sortilegios, para asesinarlas y utilizar su sangre para recuperar su juventud y lozanía. Como os relato en la leyenda, fue quemada en la hoguera y, antes de morir, lanzó una maldición a sus ejecutores, según la cual si alguien se atreve a pronunciar su nombre tres veces delante de un espejo, la vieja bruja volverá del otro mundo para llevarse el alma del desdichado atrevido, condenándola a sufrir eternamente en el infierno.
La maldición ha perdurado en el tiempo e incluso se ha ido depurando progresivamente, completándose con determinados elementos auxiliares para que se cumpla, como que el exhorto a la bruja debe realizarse en una estancia a oscuras, alumbrada solo con una vela o candil. Así, se ha convertido en parte de la cultura de la superstición y lo sobrenatural y sigue siendo, en la actualidad, uno de los recursos de terror más comunes entre la población joven. Si buscáis en youtube, por ejemplo, os aparecerán multitud de vídeos donde jóvenes y no tan jóvenes se graban delante de un espejo aceptando el reto de desafiar a Bloody Mary y ver qué ocurre al pronunciar su nombre tres veces seguidas.
Muchos de estos vídeos tienen cientos de miles de visitas, lo que demuestra la atracción de la población por este tipo de historias, si bien hay que matizar que la mayoría no dejan de ser bastante sosos e incluso aburridos. Algunos tratan de desmentir la supuesta maldición y probar que no ocurre nada, otros intentan convencernos de que algo sobrenatural ha sucedido al invocar a la bruja (unos con más acierto que otros).
El caso es que, como buena parte de las tradiciones americanas, la maldición de Bloody Mary ha traspasado fronteras y se ha introducido en otras cultura, como es la española, muy proclive a dejarse seducir por la mitología relacionada con Halloween y su parafernalia relacionada. Ya sabéis que, por ejemplo, la maldición del número 13, que en nuestro país siempre ha estado vinculada al martes, en los últimos tiempos se vincula en mayor medida al viernes, como efemérides donde cualquier cosa tenebrosa puede suceder.
En relación a esta absorción cultural, aquí os traigo un vídeo español, donde un par de amigos tratan de poner a prueba la realidad de la maldición de Bloody Mary. Así, preparan la grabación de la escena con el atrezzo adecuado, de velas y oscuridad, y se atreven a pronunciar tres veces el nombre de la bruja mientras se graban y ven el efecto que se produce. Todo parece bastante inocente, hasta que al final del vídeo se ve como un jarrón cercano a la escena cae al suelo misteriosamente y ambos protagonistas terminan acongojados. El vídeo ha tenido más de 300.00 visitas. Aquí lo tenéis.
¿Os ha asustado? Bueno, pues hay que decir que todo fue un montaje, el jarrón estaba atado con un hilo y una tercera persona se encarga de hacer que caiga en el momento preciso, provocando en el espectador el efecto de desconcierto deseado. Los autores mantuvieron el secretismo del montaje durante más de 8 meses, observando las reacciones que la visualización del vídeo provocaba, y que se manifestaban en los comentarios del mismo. Es interesante leer la secuencia de comentarios y observar cómo se va montando toda una historia paralela en torno al vídeo. La gente no solo afirmaba que era imposible que la caída del jarrón fuese algo artificial y provocado, sino que llegaban a ver siluetas blancas detrás de los protagonistas, claramente observables en determinados momentos del vídeo, incluso señalado el minuto y segundo en que su presencia era "evidente".
Finalmente los autores de la broma revelaron todo el making-off del vídeo y se mostraban sorprendidos de todo lo que había dado de sí la historia. En fin, que el miedo a lo desconocido sigue siendo una afición para mucha gente y su poder de atracción es evidente, pero siempre debemos considerar que nada suele ser lo que parece, y que algo que es divertido, como es el terror psicológico, no debe llevarnos a perder la cabeza y creer ciegamente en lo que nos muestran, sobre todo en un espacio tan artificial como Youtube. Ya sabéis, lo divertido del terror es el escalofrío que algunas escenas o relatos provocan, aunque tu raciocinio te diga que todo es falso.
Aquí os dejo el enlace al vídeo donde los autores revelan la realidad del montaje:
http://www.youtube.com/watch?v=RdhrxM9HKDw
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