ANNIE, LA PEQUEÑA HABITANTE DE MARY KINGS CLOSE
Por debajo de los adoquines de la Royal Mile se extiende una pequeña ciudad subterránea, formada por una red de callejones, que se tapió en el siglo XVII. El más importante es Mary Kings Close; lo que antaño fue una animada calle comercial, con tiendas de artesanos y viviendas, es hoy una atracción turística.
Camina por los restos de la centenaria calle anclada, en el tiempo, y comprenderás cómo vivieron, trabajaron y murieron, debido a una devastadora plaga de peste, los vecinos de Edimburgo.
Aunque se dice que algunos de ellos todavía pueblan este espeluznante lugar, el habitante más conocido es la pequeña Annie. Según cuentan, la pequeña murió tras contraer la peste, y, siglos después, sigue lamentándose, en un rincón de su vieja habitación, por no tener a su muñeca consigo. Para consolarla, los visitantes la obsequian con todo tipo de juguetes.
Aunque leyendas como la de Annie no tienen fundamento histórico, creérlas o no depende del juicio de cada uno. Otras, sin embargo, son falsas aunque a veces se cuelen en los tours oficiales, como la de que los enfermos de peste fueron arrojados a Mary Kings Close y tapiados en vida para evitar el contagio de la enfermedad al resto de Edimburgo.
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