Pipipipipipipipi... y sonó el despertador a las 7 de la mañana para bajar a desayunar, aunque apuramos unos 10 minutos más. Somos una buena pareja de habitación porque no se nos suele hacer tarde, al menos por las mañanas (arreglarnos por la noche para salir es otra historia). Así que a la media estábamos bajo en el comedor, abasteciendo nuestros platos de tortitas con chocolate, un buen tazón de leche y beicon con huevo revuelto.
A las 8 ya estábamos en marcha camino de Sevilla. Nos esperaban 3 horas de autobús pero era perfecto para recuperar las horas de sueño perdidas la noche anterior de farra, y ya estábamos llegando... polígonos industriales enormes, vayas publicitarias, centros comerciales y mucho, mucho tráfico. Sin darnos cuenta estábamos en pleno centro recorriendo las anchas avenidas de los jardines de Maria Luisa y los edificios de la pasada expo iberoamericana de Sevilla. Y pum! ya estábamos en la Plaza de España, como turistas a contrarreloj (es lo que somos) que teníamos 10 minutos para disfrutar de la plaza, visitar nuestra provincia y volver al bus ¡¡aaaah, que rabia!!. Bajamos deprisa y corriendo y cada uno escampamos a nuestro banco de azulejos; solo teníamos 10 minutos y no podíamos quedarnos sin la foto. Después nos quedaron 5 minutos para disfrutar de ese breve instante en aquel lugar que es sencillamente maravilloso, en serio, si visitáis Sevilla ni se os ocurra iros sin venir aquí. Solamente habíamos visitado la Plaza de España y a mi ya se me caía la baba. Recuerdo que Sevilla era mi ciudad favorita (antes de conocer Granada) y lo reconfirmé. Pienso que Sevilla es la ciudad más bonita de España, puede que por eso digan que tiene un color especial. Y ya se agotó nuestro tiempo, vuelta al bus.
Plaza de España
Nuestra siguiente visita era el Alcázar de Sevilla. Tenía entendido que era muy bonito, pero en realidad fue mucho mejor!! entre otras cosas porque también teníamos guía particular. Es un conjunto de palacios posteriores a la construcción de la Alhambra de estilo islámico, gótico y mudéjar con algunos añadidos de estilos renacentistas y barrocos; todo un popurrí para los amantes de la historia del arte. Actualmente la Familia Real de España la sigue usando como alojamiento por lo que es el Palacio Real en activo más antiguo de toda Europa; pues no son poco listos ni nada... . En fin, tanto las salas como los patios y sobre todo los jardines son asombrosos. Duplicó mis expectativas y me atrevo a decir que es tan impresionante como la Alhambra. (
Alcázar de Sevilla
Desde el Alcázar nos dimos un corto paseo por el barrio de Santa Cruz con caña incluida. Si éramos cerca de 40, imagina la que liábamos cada vez que entramos a un bar. Así que cada uno tiró para un lado y por supuesto no podía faltar la foto bajo la catedral con la Giralda al fondo. Ese fue el momento en el que Moni y yo volvimos a perder a nuestro grupo [3º pérdida]. Empezamos a callejear, ni ubicaciones de Google Maps en el móvil ni nada. Cuando encontramos a nuestra gente en otro bar ya era demasiado tarde y no daba tiempo a la caña. El bus venía a recogernos para llevarnos al restaurante donde comíamos. Un sitio muy típico sevillano, sobre todo por las cabezas de toros colgadas que hay en las paredes que no me gustan NADA!! ¿quién puede sentirse orgulloso de tener cabezas de animales colgando de sus paredes? ¿no es algo macabro?
Calles laberínticas del barrio de la Cruz
Nos prepararon una mesa larga y yo me senté con Tomás y Javi... ¡vaya dos! empezamos hablando que si Teruel es maravillosa, nos hicimos amigos del camarero que era italiano y también se llamaba Andrea y terminamos animando a la gente para hacer la ola. De comer teníamos unas croquetas súper ricas, rabo de toro con patatas y la guinda del pastel nunca mejor dicho: un trozo gigante de pastel de chocolate que no tuve valor de comerme porque era gigantesco. Pero en una ciudad como Sevilla no podíamos permitirnos perder tanto tiempo así que rápidamente nos pusimos en marcha hacia la catedral y la Giralda, que había que subirla para bajar la comida. Y lo hicimos en tiempo récord! debe ser la primera vez que noto que el gimnasio me sirve de algo. Natalia y yo subimos frescas como lechugas e inmediatamente nos asomamos a ver la ciudad desde lo alto... qué bonita que es Sevilla, qué lástima que el tiempo se estropease.
Disfrutadas y fotografiadas las vistas nos bajamos a ver la Catedral de Sevilla que es de las más bonitas que he visto en la vida y con razón: durante siglos ha sido el segundo templo más grande del mundo por detrás de San Pedro del Vaticano y la catedral gótica más grande hoy en día, construida a comienzos del siglo XV. Nadie se libra del efecto "wao" al contemplar su interior. Tanto la decoración gótica tan recargada de las bóvedas, el coro, el Retablo Mayor o el órgano te van a dejar sin aliento.
Vistas desde la Giralda
Lo malo de ir en un grupo de tanta gente es que no puedes tomarte el tiempo necesario para disfrutar de estas joyas, aunque gracias a ellos también vimos la Torre del Oro. Tuvimos el tiempo necesario para hacernos una foto y caminar, mejor dicho correr, hacia la Maestranza (la plaza de toros de Sevilla) donde nos esperaba el bus. Vamos, que entre carrera y carrera pude fotografiarme en el puente de Triana, pero esto merece una visita a la ciudad en condiciones. Nada como unos días en Sevilla en primavera... lo dejo ahí.
Subimos al bus, nos despedimos de esta encantadora ciudad y nos esperaban otras 3 horas de camino en las que pensé en lo productivo que había sido el día, las risas que nos habíamos echado y lo cansada que estaba. Bajamos al comedor tranquilamente (esta vez el comedor olía a demonios, toda la comida era pescado!) y después subimos a ducharnos y arreglarnos sin prisa. Nos sobraba tanto tiempo que al final siempre se nos hace tarde; exceso de confianza. Esta vez fuimos a un nuevo pub con los comerciales, pero se retiraron pronto y nosotros nos quedamos con ganas de mas fiesta. Terminamos en una especie de discoteca nosotros solos dándolo todo un martes cualquiera y por supuesto no faltaron los cubatas. Llegamos al hotel a las 4 y no se cómo conseguí ponerme el pijama porque fue pisar la habitación y dormir instantáneamente. Por cierto, en 3 horas vuelve a sonar el despertador... ¿me levantaré? ya te contaré en el siguiente post :S
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