La temporada de McLaren tuvo un inicio tambaleante temprano en el primer día para las pruebas de pretemporada en Barcelona cuando la rueda trasera izquierda de su nuevo McLaren MCL33 se bamboleaba del auto provocando que el español perdiera el control y girara en la grava.
No fue el comienzo que el equipo hubiera querido ya que comienzan su nueva era como un cliente impulsado por Renault después de tres años de sufrimiento con Honda.
El auto fue remolcado de regreso a los pozos y poco después el equipo informó: "Pronto volveremos a la pista, solo necesitamos quitar esa molesta grava".
Un poco más tarde, el jefe del equipo, Zak Brown, dijo a los periodistas: "Perderemos muy poco tiempo, así que no hay gran problema. No hay drama en el garaje, todos están bastante relajados y siguen adelante. Es una solución bastante fácil que estamos haciendo para volver a la normalidad ".
"Este equipo está acostumbrado a la presión pública y tiene los ojos puestos en nosotros. Disfrutamos eso y nos gusta dar un paso al frente y aprovechar nuestras oportunidades. No sentimos ninguna presión adicional que no nos pongamos nosotros mismos ", agregó Brown.
Regresó a los pozos sosteniendo un pedazo de la rueda dañada, lo que sugiere que hubo una falla mecánica. También miró por la parte trasera derecha del automóvil mientras estaba varado en la grava.
Poco antes del almuerzo, la naranja de papaya MCL33 volvió a la normalidad para compensar el valioso tiempo perdido.
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