Conociendo la historia de la cafetera
Hoy en día hace falta solamente que aprietes un botón en tu cafetera para que salga de ella un café espumoso y delicioso. Pero hace mucho tiempo el asunto no era ni parecido. La cafetera no fue inventada sino hasta el siglo XIX; antes de ese momento el café se mezclaba con agua hirviendo, y luego se colaba para poder beberlo.
A principios del 1800 la cafetera constaba de dos recipientes de metal que se comunicaban a través de una chapa que tenía agujeros, tal como un colador. Recién en 1873 se patentó la primera cafetera en Estados Unidos: era un cilindro con un filtro en su interior.
Una personalidad destacable en esta historia es Melitta Benz, una ama de casa alemana que creó el primer filtro descartable de café, a comienzos del 1900.
A partir de entonces, la evolución de estos aparatos ha sido imparable.
Tipos de cafeteras
Elegir una cafetera hoy en día puede ser tarea difícil ya que encontramos una oferta variada. Es por eso que, quizás, no tengas en claro qué máquina de café es adecuada para ti, ni qué tipos de cafetera existen.
A la hora de decidir comprar uno de estos artefactos, surgen siempre las mismas dudas: “¿Cómo sabré cuál se adaptará mejor a mis necesidades y a mi rutina?”. La respuesta es que cada máquina de café te dará un tipo de café diferente, por eso es bueno conocerlas.
Cafetera Espresso: permite conseguir un café de sabor intenso y complejo, pero son un tanto difíciles de aprender a utilizar. El tiempo de preparado puede resultar largo. Un tip: a mayor presión, mejor café, puedes tomar eso en cuenta cuando elijas una de estas máquinas.
Cafeteras automáticas: con estas cafeteras puedes preparar café igualito al de una máquina espresso, pero ella hace todo sola. Son muy fáciles de utilizar y preparar una bebida deliciosa. Eso sí, suelen ser muy caras, además de grandes. Si no tienes mucho espacio, deberías pasar de esta máquina.
Cafetera con cápsulas: muy populares en estos días debido a que son realmente muy estéticas y se consiguen en tamaños pequeños, adaptable a casi cualquier espacio. Son sencillas, fáciles de utilizar y rápidas: obtendrás una deliciosa taza de café parecido al de una máquina espresso, en muy poco tiempo. El sabor varía dependiendo de la cápsula que elijas, lo mismo sucede con la intensidad. Requiere de la compra de las cápsulas para poder utilizarla.
Cafetera de goteo: clásica, pero no pasa nunca de moda, sobre todo por su bajo precio. Son fáciles de usar, preparan el café bastante rápido y no ocupan mucho espacio. La bebida obtenida es de menor calidad que el de otras máquinas de café.
Cafetera italiana: también clásica, aunque no tan popular como la de goteo. Son pequeñísimas, incluso las más grandes, ideales para hogares con poco lugar. La cafetera moka es fácil de usar, prepara rápido un café intenso, aunque el sabor difiere mucho del espresso.
Cafetera de émbolo: también conocida como prensa francesa. Es el tipo de máquina de café más sencillo que puedes encontrar en el mercado. Son, además, las más pequeñas, pudiendo ser almacenadas en cualquier parte. La bebida que se consigue es sabrosa, se realiza de forma rápida y es sumamente fácil de usar. El sabor es absolutamente diferente al obtenido usando una máquina espresso.
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