1. Los pioneros de la ropa interior
Si bien las estatuas y representaciones de los antiguos romanos tienden a representar a estas personas utilizando togas, surge una pregunta: ¿vestían algo debajo? Diferentes investigaciones han determinado que las mujeres de la Antigua Roma fueron de las primeras en utilizar ropa interior, y también los hombres, que en su caso utilizaban taparrabos de lino debajo de las togas ceremoniales y las de uso diario.
2. La limpieza no era su fuerte
Pese a que los acueductos y los baños públicos forman parte del legado cultural de los romanos, en la vida cotidiana tenían una higiene bastante deficiente. En la Antigua Roma, solamente se lavaban la cara todos los días. Por otra parte, solamente se levaban las manos y los pies una vez a la semana, y todo el cuerpo únicamente cuando un doctor se los pedía.
Con el paso del tiempo la higiene empezó a volverse algo indispensable, a tal punto que en las sociedades de hoy, o al menos en la mayoría, la limpieza corporal es casi indispensable para mantener una socialización correcta.
3. Las romanas se tenían el pelo
Las mujeres en la Antigua Roma se cuentan entre las primeras en teñirse el cabello. Al principio, las mujeres que se tenían eran aquellas que vivían una vida galante, pero llegó un momento en que la tercera esposa del emperador Claudio, Mesalina, puso de moda el uso de pelucas de color. Posteriormente pasó a teñirse el cabello y así el uso de distintos colores en el pelo pasó a ser una señal de pertenencia a la nobleza y a las clases altas.
4. Beber veneno
A finales del siglo I antes de Cristo, los emperadores romanos tenían como costumbre beber pequeñas cantidades de venenos. La idea era ir acostumbrando el organismo a estas sustancias para volverse inmunes. El primero en utilizar este tipo de combinación de venenos fue Mitrídates el Grande. En su honor, a la combinación de venenos se las conoce con el nombre de mitridatum.
5. La bebida predilecta: sangre de gladiador
En épocas de la Antigua Roma, era muy extendida la creencia de que beber sangre de gladiadores permitía adquirir su fuerza vital. Esta tradición también es propia de otras sociedades a lo largo del mundo, pero en Roma se volvió muy habitual que los grandes líderes bebieran la sangre de aquellos guerreros que caían en batalla. Incluso, llegaron a comercializarse bebidas medicinales hechas a base de la sangre de los gladiadores cuya sangre era recogida en el Coliseo.
Estas son algunas de las tradiciones y características más curiosas de la sociedad romana antigua. Muchas han desaparecido, pero aún hoy hay quienes estudian las antiguas tradiciones para conocer más sobre cómo eran y cómo llegaron a ser los grandes referentes de la cultura occidental.