Un punto importante a la hora de buscar cómo ahorrar tiempo es cómo usamos Internet. Si buscamos ahorrar nuestro valioso tiempo una buena idea es ponernos a dieta en lo que hace a navegar por la web.
Internet y las redes sociales se convierten generalmente en "ladrones del tiempo" importantes en el día a día y ponerse "a dieta" y buscar pasar menos tiempo allí es altamente recomendable. Claro que es difícil y por eso lo conveniente es empezar con un período breve y con objetivos alcanzables.
Sin embargo, no siempre navegar por Internet roba nuestro tiempo. En muchos casos nos ayuda a ahorrarlo. Uno de estos casos es cuando aprovechamos la web para ir de compras. Si visitamos un portal de una comunidad de compras como por ejemplo Lyoness para luego, partir de este sitio, visitar las diversas tiendas y llevar a cabo las compras previstas, ahorraremos mucho tiempo y estaremos enfocadas en comprar lo que necesitamos.
Debemos recordar que varios estudios científicos llegaron a la conclusión de que los empleados derrochan muchas horas de trabajo cada día navegando por Internet y mandando emails. En ciertas empresas, el acceso a Internet se encuentra restringido pero en otras, cada persona debe limitar por sí misma el acceso para tener un día productivo y no perder tiempo en la web.
Lo ideal es definir horarios para navegar por la web y para visitar las redes sociales y respetarlos. Ciertamente, es difícil y nadie pretende que dejemos de lado esta maravillosa herramienta. El tema es utilizarla adecuadamente.
Otra oportunidad de ahorro de tiempo está relacionado con los pedidos y requerimientos de terceros. Jefes, compañeros de trabajo, clientes y otras personas suelen realizar pedidos y solicitudes de atención inmediata. Sin embargo, organizar y priorizar las tareas y demandas externas es importantísimo para aprovechar bien nuestro tiempo. Trabajar de modo reactivo y atendiendo demandas en el orden en el que llegan muchas veces puede comprometer nuestro trabajo y nos pone en una situación de hacerlo de prisa, cometiendo errores en el camino que luego lamentaremos.
Inclusive, las demandas de terceros pueden conspirar contra nuestras propias obligaciones. Al recibir demandas de terceros es vital evitar los apuros y analizar si estamos en condiciones de atender el pedido. Si no está dentro de nuestras posibilidad debemos amablemente responder que no. ¡Reflexionar de antemano es clave! Un NO siempre es una alternativa posible.
Por último, hay una estrategia que tal vez suene anticuada pero puede ahorrar nuestro valioso tiempo: escribir a mano en lugar de hacerlo en el móvil o la tableta. Muchas veces complicamos las cosas cuando podríamos simplemente anotarlo en alguna libreta o lista de papel. La tecnología nos invita a probar muchas y excelentes aplicaciones y recursos para gestionar nuestras tareas. Sin embargo, reflexiona y analiza si verdaderamente te están haciendo ahorrar tiempo o si anotarlas a mano te resulta más conveniente y te ahorra tiempo.
Y tú, ¿qué otras estrategias agregarías para ahorrar tiempo?