Aquí la tenéis.
Es Oporto, y los bellos colores de sus edificios hacían imposible modificarla, me parecía una "herejía".
Este verano hemos estado unos días disfrutando de esta bella ciudad a orillas del Duero. Una ciudad antigua que se abre al mundo de la mano del turismo.
Por primera vez nos alojábamos en un B&B y la experiencia ha sido buenísima, hemos estado literalmente como en casa. Con tres niños es difícil encontrar alojamientos con habitaciones comunicadas o salones que te permitan moverte y disfrutar de los momentos de descanso.
DesingOportoFlats
Los niños ya son mayores y hemos caminado muuucho.
Oporto es una ciudad bastante pequeña y cómoda para caminar, aunque con bastantes cuestas, parecida a Lisboa.
Sus colores intensos, inundan todo, las fachadas, las puertas y los innumerables azulejos que forran casas e iglesias.
Sus calles, sus gentes, todo recuerda a tiempos pasados.
Una ciudad medio empobrecida y en proceso de cambio, que es admirable ver cómo reforman poco a poco su casco antiguo.
Mercado Bolhao
Y en medio de todo, el Duero, que separa Oporto de Gaia, la zona turística de la zona vinícola, llena de bodegas de vino de Oporto en las que descansar degustando una copa de sus excelentes caldos.
Espero haberos despertado la curiosidad, y es que a nosotros Portugal nos encanta, porque lo tenemos muy cerca y porque somos muy parecidos.
Podéis ver nuestra visita a Lisboa aquí.
Y el resto de calendarios en el blog de Flor, Mums & Kids.