De vez en cuando te pones a bucear en las redes y de repente puedes encontrarte sorpresinas, como Stargate Origins.
Por sorpresina me refiero a que ni siquiera me constaba que hubiese una nueva serie en proceso de la popular saga , iniciada a finales de los 90 en la gran pantalla por Roland Emmerich y con un reparto encabezado por James Spider y Kurt Russell, si bien la saga cogió más impulso cuando se pasó a la pequeña pantalla con el protagonismo del Mc Gyver original, es decir Richard Dean Anderson.
La historia de la nueva serie, nos lleva al inicio de toda la historia, es decir a Giza en 1928, cuando fue descubierto el portal ( algo que ya vimos esbozado en el inicio de la película).
Diez años más tarde en el mismo Egipto, nuestra protagonista Catherine ( la abuelilla de la película original), trabaja con su padre, para averiguar qué es lo que se oculta tras ese misterioso círculo de metal.
Lamentablemente para ellos dos, serán los nazis quienes intervengan y activen el portal mediante el jefe de la sección de ocultismo de Hitler, Wilhelm Brucke.
Como supondréis , ocurre lo mismo que en la saga original, trasladando a nuestros protagonistas a las misma tierras que la película original.
Con un diseño de cartón piedra, con escaso presupuesto por lo que se ve, a pesar de contar con Devlin como productor y con MGM detrás, la serie es una manera de castrar una saga de la peor manera, con actuaciones simplonas y sin ganas y con unas peleas dignas de la serie Z más cutre, amén de no aportar nada nuevo a lo que ya hemos visto y metiendo a los nazis a calzador como los nuevos villanos de turno.
Lo mejor es que son episodios de apenas diez minutos, con lo que se ve tan pronto como se olvida.
Fuente: este post proviene de The DVAS Blog, donde puedes consultar el contenido original.
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