Este año el viaje se ha dividido en dos partes. Primero estuvimos dos semanas en el pueblo que como ya os he contado alguna vez está en León, en un valle tocando casi a Asturias y sin duda son las dos semanas que mejor duermo en todo el año. Allí básicamente lo que hacemos es descansar, echar la partida de cartas, ir de vinos y alguna excursión. Ah y claro, comer y comer sin parar.
Este año aprovechamos para ir a Caín y hacer un trocito de la ruta del Cares ya que Raül no lo había visto (yo la hice hace 4 años y os la recomiendo un montón, la parte de León por eso es la más bonita y en todo caso os recomiendo que alguien os espere al otro lado, por que nosotros fuimos y volvimos y acabamos destrozados!)
No faltaron los domingos (y no tan domingos) de vinos por el pueblo, las balas de paja, los campos de trigo ni las puestas de sol impresionantes con solo mirar por la ventana. Vamos que si no fuera por mi problemilla con el ojo (los que me seguís por instagram ya os lo conté todo) aunque creo que haré un post solo para eso por que telita con el tema habrían sido dos semanas redondas del todo, pero bueno, ha sido una forma de desconectar del todo sin excusas.
En la segunda parte del viaje, fuimos a buscar a unos amigos de Barcelona hasta Valladolid y nos fuimos a hacer un poco de Asturias y Cantabría.
Volví a subir a los Lagos de Covadonga después de muchos muchos años! y siguen siendo igual de increibles y visitamos un montón de pueblos preciosos!
Cabo de Peñas también fue uno de esos sitios que se te quedan grabados, y hasta el camino para llegar me pareció muy muy bonito! Aunque también visitamos un montón de pueblos como Cudillero, Comillas, Candás, Santillana de Mar.. que me daría para hacer un post para cada uno así que nos conformaremos con un poco de resumen.
El último día acabamos en Santander y no me quería perder el Palacio de la Magdalena, que si os acordáis, es uno de los sitios que puse en este post que quería ver este verano, así que yo encantada!
El viernes tocó volver a Barcelona, no sin antes parar a comer unos pinchos por Logroño (que no falte la comida!) así que con unos kilitos de más y con la mente en las próximas vacaciones ya estoy aquí!