Dentro de esa ruta visitamos el stand de Alemania, donde nos contaron que este año apoyaban su oferta turística en los 25 años de la caída del muro de Berlín y en los 38 lugares patrimonio de la UNESCO. Interesante sin duda pero, cuando preguntamos por alguna información específica sobre gastronomía o vinos no obtuvimos nada digno de mención.
Visitamos Argentina, Perú y Canadá. Amplio y acogedor el stand de Argentina, y con respecto al turismo sería más corto hablar de lo que no tienen. Es un país extenso, y con grandes recursos naturales que lo mismo ofrece playa, montaña, glaciares, cultura, deporte, todo lo que uno pueda imaginar. Además nos ofrecieron un tinto Malbec que, tenemos que confesar no habíamos probado, no estaba nada mal. Cuando fuimos a recabar la información que a nosotros nos interesaba nos dieron algunos interesantes folletos que nos hablan de ?Los caminos del vino? que discurren de norte a sur, a lo largo de diez provincias y que ofrecen vinos diferentes y singulares. Al día siguiente, asistimos a una de las catas dirigidas que hacían, nos presentaron un torrontés que nos encantó y que buscaremos y volveremos a degustar con más calma. Sabíamos que Argentina era un país de tradición vitivinícola pero lo cierto es que tenemos mucho que investigar al respecto. Por cierto, una curiosidad, Argentina posee las viñas más australes del mundo.
Del stand de Perú salimos decepcionados, ni una sola mención a la gastronomía en la charla que nos dieron aunque, eso sí, nos ofrecieron después un pisco sour y una tapa de ceviche muy aceptables. Cuando preguntamos directamente por la información sobre gastronomía y vinos nos remitieron al Gastrofestival y a Madrid Fusión. A nuestro modo de ver no se puede segmentar tanto.
Canadá fue distinta y muy interesante no vendieron el destino como vacacional o de ocio, nos hablaron de oportunidades de estudio y trabajo allí realmente atractivas. Nos obsequiaron con una ?sidra de hielo? y nos dieron una bolsa ya preparada con toda la información que pudiéramos necesitar para iniciar las gestiones. Nos pareció un enfoque distinto e inteligente. Ah! y una grata sorpresa, en la bolsa junto a todo lo demás, había un bonito libro de recetas canadienses :-D.
Estuvimos toda la tarde de turismo internacional; India, China, Guatemala, Colombia, México, Irán, Marruecos?. La información ofrecida sobre su gastronomía era ridícula y en muchos casos nula.
Visitar otros países en FITUR siempre está bien, es espectáculo, color y música, en muchos casos ilusiones, deseos, proyectos pero, al final del día cuando salimos de allí con nuestra bolsa de folletos, nos dimos cuenta de que ninguno de esos países apostaba por su gastronomía o por su cultura enológica como pilar para su oferta vacacional y de ocio y supimos también que el día siguiente en los stands de España la cosa iba a ser muy distinta.