- Dicen por ahí que eres la persona más sabia de aquí, ¿es verdad?
- Sí, lo soy- respondió el sabio.
- Entonces, contéstame: ¿qué puede hacer un sabio como tú que no pueda hacer cualquier otra persona?- preguntó el hombre, algo molesto.
El anciano estaba sorprendido por la pregunta de ese hombre y por poner en duda su sabiduría, así que le contestó:
- Cuando yo como, solo como. Cuando duermo, solo duermo. Y cuando hablo contigo, solo hablo contigo. Eso es todo.
- ¿Y ya está?- respondió el hombre incrédulo. Eso también puedo hacerlo yo, y no soy ningún sabio, añadió.
- Lo dudo mucho-, le dijo el sabio. Seguro que cuando duermes, piensas en lo malo del día o lo que te espera la mañana siguiente. Cuando comes estás pensando qué harás más tarde. Y, cuando hablas conmigo, estás pensando qué respuestas me darás y me dirás, en vez de escuchar lo que te digo. Para ser sabio, el secreto está en vivir cada momento del presente, ser consciente de lo que vivimos y así poder disfrutar cada minuto del milagro de la vida.
Vivir el presente, aquí y ahora
Cuentos Budistas.