Nuestro verano ha sido estupendo, apenas hemos parado (hemos hecho más kilómetros que el tren de Arganda), pero la verdad es que nos ha dejado tan exhaustos que nos hace desear volver a la rutina.
Hicimos un precioso viaje por Portugal y Galicia del que os enseñé bastantes imágenes en IG.
Nos ha encantado la costa da Morte, y seguro volveremos, además el calor de este verano nos dejó días espectaculares en aquella zona.
Los niños se van haciendo mayores y es más fácil viajar con ellos.
Queremos inculcarles lo importante que es conocer sitios nuevos, culturas distintas, y poco a poco, parece que les está calando y disfrutan mucho de todo.
Las comidas y cenas fuera de casa (el pulpo, los pimientos de Padrón, el bacalo Dorao...)
Cenar junto al mar, disfrutando de preciosas puestas de sol.
Pasear como turistas...
Y el resto del verano lo hemos pasado entre la capital (no se está mal en casa), y nuestra casa en el campo... allí, rodeados de amigos y familia, donde los niños son libres, disfrutan de la naturaleza y el tiempo se detiene, no hay horarios y no hay rutinas.
Juegos en la piscina, cabañas de cañas, paseos en bicicleta, beber agua de la manguera, siestas a la sombra... porque hemos tenido un verano muy #retrosummer, como nos propuso Nuria Pérez.
Allí los mayores nos dedicamos a cultivar y recolectar verduras de la huerta, disfrutar de atardeceres eternos, aperitivos y helados a deshoras, costura y jardinería sin límites...
Si, mucha costura que veréis poco a poco en el blog, porque si algo tiene el verano es tiempo para todo.
Pues aquí estamos de nuevo, feliz vuelta a casa,
¿y vuestro verano, cómo ha sido?