Recorriendo 7 kilómetros de ripio desde Unquillo, se llega a la Reserva Natural Los Quebrachitos, 5000 hectáreas protegidas, lugar de ensueño para el descanso y el encuentro con la naturaleza en estado puro.
El camino que nos lleva hasta la Reserva nos invita a detener la vista en la frondosa vegetación de algarrobos, cocos, molles, talas y espinillos; en las aguas cristalinas del arroyo Cabana; en las aves serranas que revolotean aquí y allá.
A medida que la senda va subiendo, el paisaje se hace cada vez más bello, monte adentro y el silencio nos envuelve, podemos asomarnos desde arriba y observar Unquillo, las ciudades vecinas y también Córdoba, desde la lejanía.
La última loma antes de llegar, deslumbra nuestra vista con la presencia, entre medio de los árboles, de la blanquísima Capilla de Buffo; construcción de forma ojival realizada por el italiano Guido Buffo en la década del ‘40, como homenaje a su esposa y a su hija, fallecidas ambas muy jóvenes de tuberculosis.
Al llegar, podemos observar junto a la Capilla, la Casa Museo de los Buffo, que invita a los visitantes a adentrarse en la historia de esta familia de artistas. Tanto la Capilla como el Museo, pueden visitarse con la compañía de un guía los fines de semana y, por un módico costo.
Una vez con los pies en la Reserva, la naturaleza nos invita a explorarla, a descubrirla, y la caminata no se hace esperar. Remontando el arroyo, podemos arribar a rincones mágicos de las sierras; sentarnos a la orilla del agua y oir su paso por entre las piedras, su salto en las vertientes y cascadas. Así como disfrutar de los colores en los árboles nativos y, ¿porque no? un matecito con peperina recién cortada del monte.
+Info: http://www.cordobaturismo.gov.ar/
Relato: Laura Barcellini / Fotografía: Javi Perez @relatosviajeros
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