Esta semana una parte del equipo ha optado por salir del circuito 100% comercial y darse un pequeño gran placer disfrutando de uno de los títulos más interesantes que actualmente podemos encontrar en algunos cines. Llegada directamente del Festival de cine de San Sebastián y después de conseguir el premio Teddy y el Premio al mejor guion en la pasada Berlinale, esta semana hemos visto, “Una mujer fantástica”.
Seguramente a muchos ni os sonará, pues competir con “Blade Runner 2049”, “Toc, Toc” o “La Cordillera” se nos antoja algo ciertamente complicado. Con todo, a los miembros de este equipo, nos encantó su línea argumental y nos encantó la frase que encabeza su cartel “Mi nombre es Marina Vidal, ¿tiene algún problema con eso?”, así pues, nos dispusimos a verla como debe ser, en pantalla grande.
La historia nos desplaza directamente a Santiago de Chile, donde nos presenta a la auténtica protagonista de la historia, Marina Vidal (interpretada por Daniela Vega), una camarera que en algunas ocasiones actúa como cantante en un local nocturno.
Marina mantiene una relación sentimental con Orlando (a quien da vida Francisco Reyes), un pequeño empresario textil bastante más mayor que ella. Su relación avanza a buen ritmo ya que ambos se quieren y además, comparten piso.
Una noche, tras una tranquila celebración, Orlando empieza a sentirse altamente indispuesto. Sin perder ni un segundo, Marina lleva a Orlando a una clínica donde, sin poder hacer nada por él, muere a los pocos minutos. Totalmente desolada, Marina se pone en contacto con Gabo, el hermano de Orlando, quien se ofrece a encargarse de todo.
A partir de este punto, la vida de Marina se verá completamente removida ya que, además de tener que enfrentarse en solitario al drama de perder repentinamente a su pareja, deberá enfrentarse también al desprecio y la intolerancia de la familia de Orlando por su condición. Sí, para la familia de Orlando, que Marina sea una mujer transexual parece suficiente motivo para repudiarla.
Por si fuera poco, la policía interviene en el caso, aunque en esta ocasión no es para ayudar, sino que es para ultrajar un poco más a Marina. Despojada de su piso, su coche y su perro por la familia de Orlando, Marina luchará con todas sus armas para conseguir lo único que desea; tener el duelo por su pareja y despedirse de él.
Como ya os podéis imaginar, este es el punto en el que os decimos que hasta aquí llega nuestro análisis argumental. Quien quiera saber más, le recomendamos fervientemente que la busque en el cine, pues ciertamente vale la pena.
Técnicamente, “Una mujer fantástica” nos ha parecido una película notable, destacando sobre todo el trabajo en la dirección de Sebastián Leilo, quien consigue con un ritmo tremendamente pausado, reflejar la calma con la que Marina afronta todas las vejaciones a las que es sometida por la familia de su difunta pareja, una calma que nunca es sinónimo de rendición sino de superación, de lucha contra los silencios… aunque todo le vaya en contra a nuestra protagonista.
Interpretativamente, nos ha encantado el trabajo de Daniela Vega dando vida a Marina, esa mujer fantástica, valiente y más dura que muchos de los hombres que la rodean. Daniela logra que empaticemos con su personaje dándonos además una auténtica lección de vida (como mínimo a aquellos que la quieran ver) llevando además en sus hombros el auténtico peso artístico de “Una mujer fantástica”.
Quizá algunos verán en esta “Una mujer fantástica” una cinta de activismo LGTBI, para nosotros, nada más lejos de la realidad, “Una mujer fantástica” es una auténtica cinta de superación, de lucha por los derechos básicos de uno, una lección vital que nosotros, os recomendamos.
Nuestra nota final para “Una mujer fantástica” es de un 7.5 sobre 10.
Título original: “Una mujer fantástica” – Chile – 2017
Dirigida por: Sebastián Lelio
Duración: 104 minutos
Género: Drama, Transexualidad