No hay verano sin Oporto, pero aunque vayas mil veces, siempre hay algo nuevo que descubrir. Por un lado porque la ciudad está en constante cambio, (ya poco queda de aquella ciudad con la mitad de los edificios en ruinas de hace no tantos años) y por otro lado, porque Oporto esconde muchos Oportos más allá del recorrido habitual de los turistas. Así que si ya conoces la zona de la Rivera y quieres algo más que ver bodegas, hay un nuevo barrio lleno de pequeñas galerías, tiendas diferentes y algunos locales que merece la pena.
Se trata de la calle Miguel Bombarda, que aunque para mi gusto le falta algo de ambiente (creo que los fines de semana mejora) entre galería y galería han empezado a surgir bares de tapas y café/librerías que apuntan a que este barrio tiene aún mucho recorrido. Conociendo el buen gusto de los portugueses estoy segura de que en breve será una visita indispensable a la ciudad.
Paseando por la calle encontramos una tetería/restaurante simplemente encantadora. Se llama Rota Cha, y aunque tienen un menú limitado (al menos entre semana) todo está muy bueno y por supuesto hay una gran selección de tés. Lo mejor de todo, la decoración, los espacios, el precioso patio interior, donde puedes comer tranquilamente dentro de un jardín balinés en pleno centro de Oporto.
Dentro, cada habitación está decorada de diferente manera. Hay zonas que parecen bibliotecas, pequeños patios interiores, escaleras llenas de espejos, y un reservado con con grandes mesas perfecto para grupos grandes.
Desde luego, no es vuestro sitio si buscáis el tradicional "bacalhau a brasa" pero tienen un menú rico, saludable y a muy buen precio (unos siete euros sopa, un plato y el té del día). También alquilan un par de habitaciones, por si buscáis un alojamiento diferente.
Seguiremos yendo a Oporto aunque sea una vez al año (antes lo teníamos más cerca...) y os iré contando los descubrimientos en esta ciudad que cada año me gusta más (y a toda Europa parece ser, nunca había visto tantos turistas como estos dos últimos veranos). El año pasado ya os hablaba de la zona de entrada por Matoshinos que sigue siendo uno de nuestros sitios preferidos (perfecto para cenar pescado fresco), con las piscinas en la roca de Alvaro Siza, y muchos chiringuitos apetecibles, pero si estáis por el centro de la ciudad y ya habéis pasado por los monumentos imprescindibles, reservad una tarde/noche para pasear por Miguel Bombarda.