Este parque del arte cuenta con 400 esculturas que se funden con la naturaleza y terminaran formando parte de ella como arrecifes coralinos.
Arte bajo el mar
Fue fundado en el 2009 por Jaime González Cano, director del Parque Nacional Costa Occidente de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc; Roberto Díaz Abraham, presidente de Asociados Náuticos de Cancún (ANC); y el escultor británico Jason deCaires Taylor, aunque su inauguración oficial fue en noviembre de 2010.
El museo se encuentra entre las costas de Cancún e Isla Mujeres, una natural protegida por el Gobierno Federal de México. El museo está dividido en dos galerías: Salón Manchones y Salón Nizuc, y pueden ser visitados con equipamiento de buceo o snorkeling.
Las esculturas en el Salón de Manchones, se encuentra a una profundidad de ocho metros, donde una instalación de 450 esculturas forman la silueta de un ojo y se llaman ?La evolución silenciosa? del artista británico Jason deCaires Taylor.
Cada estructura de 10 personajes, descansa sobre una base de concreto de 4 toneladas y fijadas al subsuelo rocoso con alcayatas, para evitar el desplazamiento de las mismas por las fuerzas de las corrientes submarinas o de los huracanes. Se tiene el plan de ir incrementando esta instalación año con año.
En este salón se encuentran otras instalaciones y esculturas de otros artistas y de diferentes estilos.
En el salón Nizuc, no se permite el buceo y sólo es posible acceder con snorkel. Allí se encuentran 16 esculturas a 3 metros de profundidad, varias de Jason deCaires Taylor como Vacío, La última cena, El oyente, La estoy disfrutando, Las minas y bombas, El fénix, y La herencia. De Roberto Díaz Abraham está La musa del oceáno conocida mejor como La tía y otras de Karen Salinas (Seaescapes III).
Jason deCaires Taylor es un artista (escultor y fotógrafo) británico nacido en 1974 conocido principalmente porque gran parte de su obra artística se vive bajo el mar. Desde muy pequeño disfrutaba la exploración de los arrecifes de coral en Malasia y es por ello que su vocación va orientada hacia el ecoturismo y la exploración estética dentro del mar.
El MUSA no es su primer proyecto bajo el mar, anteriormente en Granada, en el año 2006, Taylor creó el primer parque subacuático ubicado en esta isla del Caribe. Además de ello es reconocido por las mismas fotografías que el hace a sus obras.
Arte ecológico
Según su autor, estas obras escultóricas están conceptualizadas ecológicamente desde todos sus ámbitos: los materiales con que se realizan, la implantación de éstas mismas en el fondo del mar y la forma en que los visitantes deben recorrer el museo.
Para Taylor, solamente del 10 a 15% del lecho marino tiene el sustrato suficiente para que el arrecife se regenere de forma natural y se mantenga el ecosistema marino; es por ello que utiliza materiales ecológicos que promueven activamente el crecimiento del coral, con las propiedades inactivas del pH neutro capaz de durar cientos de años. De tal manera que la escultura, como tal, promueve la regeneración coralina a través de esa colonia artificial.
Las esculturas, dice el autor, aunque hubiesen sido concebidas con materiales ecológicos, por sí mismas, y considerando que son a escala real, podrían llegar a ser invasivas con las poblaciones del lecho marino; pero su estructuración, explica, está pensada para acoger flora y fauna marina, está diseñadas con varios tamaños de orificios para atraer distintos tipos de peces (en los agujeros planos de la base habitan crustáceos (cangrejos, langostas, camarones; y los pequeños son el refugio de coloridos peces minúsculos).
Ventajas e inconvenientes
Lo original de esta iniciativa es la constante metamorfosis de las esculturas, o más bien, la constante apropiación que la misma naturaleza y vida marina hace de ellas, por lo cual es una co-creación entre el humano y la naturaleza para lograr cosas estéticamente bellas y equilibradas en las dinámicas biológicas. Al cabo de muchos años, estas esculturas se irán convirtiendo en arrecifes coralinos.
Desde su inauguración oficial este parque de arte submarino ha generado más de 36 millones de dólares anuales en turismo. Sin embargo, y dado que el parque cuenta con 750.000 visitas anuales, las cuales saturan a los arrecifes naturales, ya ha empezado a recibir alguna crítica que otra para que se reduzcan estas.