Ziggo Dome:
La “excusa” para pasar un fin de semana en Ámsterdam fue asistir a un concierto de System of Down en el Ziggo Dome, un recinto enorme que se utiliza tanto para eventos deportivos como para eventos musicales. El concierto fue increíble, el sonido muy bueno y la organización perfecta, la entrada y salida del recinto fue muy sencilla y ordenada, y ya dentro había un montón de personal para ayudarte a localiza para que lugar tenias tu entrada. Había un montón de puestos de bebidas, comida, etc cuya forma de pago eran unas fichitas de plástico que se compraban previamente en unos cajeros pero, aunque éramos muchísima gente nunca llegamos a hacer colas porque había muchos cajeros y mucha gente atendiendo en los puestos. Tampoco tuvimos que hacer mucha cola en los servicios, eran enormes y estaban muy limpios para ser un evento tan multitudinario. Si tenéis ocasión de asistir a un concierto en esta sala os lo recomiendo totalmente.
Begijnhof:
Este patio es una autentica sorpresa!! Para llegar a él hay que entrar por una calle estrecha y entrar por una pequeña puerta, de la que nunca pensarías que te conduce a un precioso patio con jardines, casitas y dos iglesias.
En una de las iglesias, la Begijnhof Kapel se encuentra la vidriera del milagro de Ámsterdam. Cuentan que en 1345 un moribundo recibió la extrema unción, pero estaba tan mal que vomitó la hostia sagrada, cuando echaron al fuego lo que había regurgitado la hostia no ardió y la conservan en un cristal en esta iglesia.
Es un gustazo sentarse en los jardines de este patio, disfrutar de la calma que contagia esta “isla” en pleno centro de Ámsterdam donde vivían las beguinas, una orden católica de mujeres solteras o viudas que atendían a ancianos.
Palacio Real y Plaza Dam:
El palacio real se encuentra en la Plaza Dam y se puede visitar. El Rey Guillermo vive oficialmente en él, aunque la verdad es que residen en La Haya, pero si que lo utilizan para actos institucionales, así que hay días en los que las visitas no están permitidas. El 27 de Abril se celebra el día del Rey con una gran fiesta donde la ciudad se viste de naranja, nosotros fuimos pocos días antes por eso la Plaza Dam ya estaba en fiestas.
Barrio Rojo:
Una de las visitas obligadas en Ámsterdam es un paseo por el Barrio Rojo. Pese a que todos sabemos perfectamente lo que nos vamos a encontrar en este recorrido, no deja de sorprender encontrarnos con mujeres en ropa interior o semidesnudas en los escaparates de este barrio. Sobra decir que no se puede sacar fotos a las chicas, así que de esta zona de Ámsterdam os enseño los canales que separan algunas de las calles del barrio y los famosos coffee shop.
Nosotros hicimos el circuito a pie que nos sugería la guía de Lonely Planet que usamos para este viaje, es un recorrido de apenas 1,25km pero que nos permitió llevarnos una imagen muy clara de este barrio. Empezamos en la “Condomerie Het Gulden Viles” en la calle Warmoesstr un lugar con una variedad de preservativos increíble.
Nos adentramos en el Barrio Rojo por la calle St Annenstr y giramos a la izquierda caminando al lado del canal buscando una pequeña calle que se llama Trompettersteeg. Es una calle muy muy pequeña, solo tiene un metro de ancho, nos costó encontrarla, pasábamos y no la veíamos, no parece una calle, parece la entrada a un callejón sin salida, pero cruzarla es una autentica experiencia. Cuando por fin la cruzamos no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar en ella, pero es realmente impactante encontrar en una calle tan estrechita, con gente caminando en las dos direcciones que te obliga a ir muy pegado a los laterales, escaparates con luces rojas.
Esta calle nos lleva a la Oude Kerk, la iglesia vieja, el edificio más antiguo de Ámsterdam. Después seguimos nuestro paseo por el barrio hacia el canal de Oudezijds Achterburgwal donde podemos encontrar más escaparates, museos de sexo, coffee shops y el centro de información sobre la prostitución. Solo por curiosidad, la prostitución es legal en los Países Bajos desde 1810 y las prostitutas pagan impuestos.