Todo lo que no vas a encontrar por aquí

Leí este post cuando su autor me dijo que lo leyera. En aquel momento no lo aprecié tanto como hoy, en este preciso momento. Me siento reflejada en esta entrada, tanto por la parte azucarada con canciones “del rollo”, como por la parte que ansía volver a las letras. Y nada más.

Porque no hay nada más bonito que leer.

Porque no hay mayor responsabilidad que la de escribir.

Feliz noche.

LAMBUL

Mi padre solía repetir hasta la saciedad, “ojo, el que avisa no es traidor”. No os extrañe entonces que, desde chico, desarrollara una profunda aversión por todo aquello que me llevara a ser un judas o que tuviera connotación o relación alguna con el ingrato arte de la traición. Con tales precedentes y haciendo honor al refranero paterno, os aviso. Os aviso ahora que todavía estamos a tiempo porque, aunque más vale tarde que nunca, siempre es mejor pronto que tarde, al menos esa es mi opinión. Lo que no quiero es ser un traidor y que de nuestro malentendido nazca vuestra decepción ya que, como todo el mundo sabe, de aquellos barros vienen estos lodos.

Seamos claros, limpios y directos, que lo único que hace falta para ser sincero es decir la verdad. Esto no es un bar de Malasaña, no tenemos azúcar moreno, bombillas desnudas colgando del techo…

Ver la entrada original 477 palabras más

Archivado en: Relatos
Fuente: este post proviene de La chica de los jueves, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Día 16. El mundo, de Jimmy Fontana, sonaba esta mañana en San Isidro desde el balcón de alguien, en el edificio que queda a la izquierda de mi casa. Sentada en el sillón de mimbre pintado de blanco, c ...

Día cinco. Durante estos días de confinamiento me he dado cuenta de varias cosas. Algunas son bastante absurdas, otras tantas tienen relativa importancia y, las que dejaré para el final, creo que marc ...

No. No siempre es fácil. El amor no siempre te hace reír. En ocasiones, no fluye la comunicación, el drama llama a la puerta por un mal gesto o por una palabra desafortunada, la verdad se esconde por ...

Antes. A veces, solo a veces, me reía de tu música. Eso que escuchas parecen cánticos de catequesis para niños. Me duermo. Parece que estemos en misa. Venga va. Quítalo. Y tú, durante unos instantes, ...

Etiquetas: Relatos

Recomendamos