Desde hace años estuvo impresa en mi retina; quizás porque en los libros de arte nunca se llegaba a esas culturas lejanas que venían al final del libro de arte pero ay, la foto en blanco y negro de la figura esbelta y ese halo de misterio había prendado mi corazón.. Tumba de amor dicen…. y su historia se pierde en los mogoles que la nombraron capital de su territorio y después se fueron a Delhi en 1637. Era un foso defensivo de ese Gran Fuerte Rojo que constituía su lugar de asentamiento. Levantado por el quinto emperador mogol Shah Jahan en memoria de su segunda esposa Mumtaz Mahal que era de origen persa. Ella murió mientras ambos estaban de campaña en Burhanpur de origen militar por cierto y que le dio su decimocuarto hijo. La construcción de este fastuoso lugar comenzó en 1631 y duró 22 años en completarse para lo cual emplearon 22.000 trabajadores que fueron traídos de todas las partes de la India y del Asia Central y que necesitó unos 1.000 elefantes para transportar hombres y materiales.
Diseñó los planos el arquitecto iraní Istad Usa. Y para comprender muchas de las cosas que encierra y las panorámicas que ofrece hay que tener en cuenta que está inspirado por una historia de amor, como así consta en la historia. La terraza de mármol blanco es el soporte del gran Domo que está flanqueado por cuatros minaretes; dentro está la tumba de la reina adornada con joyas incrustadas, quizás ese fuese el motivo por el que se define “diseñado por gigantes y terminado por joyeros”. El único lugar asimétrico es la tumba del emperador que por motivos de linaje estuvo depuesto por su hijo y se llevó ocho años prisionero en el Fuerte Rojo desde donde podía ver el Taj.
El día estaba radiante en un principio pero se fue nublando de galas blancas, hasta las nubes son diferentes en este país pues parecen rasos transparentes que ocultan los ojos del brillante sol. Hay que ir al Taj paso a paso, lustrándose con su vista, haciendo la bóveda lejana y tocarla con la palma de la mano una vez que alcanzamos la meta; nos cruzamos con gente de todos lados y con las mujeres bellas y bellamente van vestidas en este país.. jamás vi tantas joyas, tanta seda de colorido casi imposible. Vagaban por las losas blancas con fondo de mármol, minaretes que rascan el cielo, y un murmullo que se adivina de oración…. por que rezan las mujeres en este lugar. Nos lo dijeron más tarde, ruegan un amor igual.
Poco a poco nos describen el lugar dos amigos del país que ven como el coloso blanco se va ladeando poco a poco debido a la proximidad del río… sus cimientos están cediendo en los lodos de barro del río que cada vez está más contaminado. Y se puede comprobar una vez que estamos en la gran terraza desde donde tenemos una panorámica casi idílica del entorno, hay desnivel y se demuestra poniendo una pequeña pelota en el suelo… ya sé que no tiene importancia pero según quien lo estudia, ésto no pasaba antes… de modo que el coloso de amor y mármol se esta ladeando, hundiendo sus raíces en el río que le vió nacer.
Dentro del Dome todo se vuelve rojo, la tumba del emperador está a un lado, puesto que quisieron hacerle un feo después de muerto incluso, por motivos defensivos levantaron una especie de murete para protegerse de la entrada… La cosa es que el emperador no está en el centro como manda su categoría.
Llamativo hasta el delirio es el trabajo que parece sacado de manos femeninas, finamente tejido con hilos de seda y sin embargo, todo es esculpido por manos aún más entretenida y perfectas pues trabajaban con elementos menos sutiles.
Podemos leer si tenemos buena compañía del lugar, lo que dicen las filas, trozos de oración y a veces declaración de amor. Y el silencio, los lugareños son muy silenciosos y nos contagian ese carácter de reverencia que le dan a este lugar. Las mujeres se tocan con sus saris las cabezas, quizás demostrando respeto, aquí el respeto se demuestra cubriendo la cabeza. Y alguna palabra más alta que otra suena con eco en este lugar mágico. Y lo mejor es pasear por sus alrededores viendo los templitos anexos, cada uno levantado como una oración pero que no alcanza la magnitud de la tumba blanca. Una oración y un amor hecho mármol.
DAMADENEGRO 18/3/2009
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