Las cuatro joyas que la Corona custodia en Castilla y León
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
No cuatro. Podría decirse que cuarenta -y casi seguro que cuatrocientos- son los lugares tocados por la mano de algún rey que el torbellino de la Historia ha ido dejando sembrados por Castilla y por León. De norte a sur y de este a oeste abundan en esta comunidad colegiatas, panteones, monasterios, castillos, palacios y hasta fábricas fundados, levantados, reformados o mantenidos por la voluntad de reyes y reinas. En todas las provincias los hay. Y es imposible no toparse con alguno a poco que uno se aventure en un viaje de monumentos o ruinas.
Sin embargo, solo cuatro de ellos siguen en la actualidad bajo la custodia de la Corona, administrados por ella y con disponibilidad para ser disfrutados, si fuera el caso, por la familia real. Se denominan Reales Sitios y visitarlos todos, a lo largo de un fin de semana, por ejemplo, da para un viaje repleto de esculturas, pinturas, arquitectura, arte con mayúscula y de la de andar por la casa -real, claro-. Es, sin duda, una estupenda oportunidad para sumergirse en la Historia, en una atmósfera tan cargada de personajes y acontecimientos excepcionales -o jarrones de valor incalculable- que, casi casi, da miedo hasta toser o tropezar en alguna de sus suntuosas alfombras. Todos ellos destacan, además de por el valor simbólico que atesoran, por su excepcional estado de conservación, tan cercano al tiempo en el que de verdad fueron disfrutados por los reyes que parece que pudieran regresar en cualquier un momento y echar a las visitas. Más si no andan por palacio vestidas para la ocasión.
01- EL PALACIO REAL DE RIOFRÍO. En el fondo -y en la forma- fue un capricho de la reina Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V. Tras la muerte del rey y ante el vacío al que la sometió su hijastro, Felipe VI, tras subir al trono, volvió su mirada a la finca segoviana en la que tan buenos ratos había pasado con su marido practicando la caza. Fue entonces cuando concibió la idea de construir en ella un suntuoso palacio, al estilo del de La Granja, en el que se asentara una corte que no tuviera nada que envidiar a la de Madrid y fuera el lugar de residencia de su hijo pequeño, el infante don Luis.
Para poner en marcha el proyecto contó con el arquitecto italiano Virgilio Rabaglio, a quien encargó un palacio que, por fuera, recordara -y mejorara- el aspecto del palacio real de Madrid, y, por dentro, no tuviera nada que envidiar al de La Granja en cuanto a la suntuosidad y belleza de sus jardines. Las obras se iniciaron en 1751 pero el ascenso al trono de Carlos III provocó el regreso de Isabel de Farnesio a la corte madrileña. Y, una vez allí, no tardó nada en olvidarse de un proyecto que terminó por desinflarse poco a poco. De hecho la reina, que nunca llegó a habitarlo, falleció antes de que fuera terminado. Tras el fallecimiento, quedó incorporado por Carlos III al Patrimonio de la Corona en 1766.
La visita al palacio se divide en dos partes. Por un lado, el recorrido de las 18 habitaciones ubicadas en las dos alas más soleadas y habitables del palacio, con la particularidad de que cada una de ellas está decorada con un estilo diferente. Por otro, en las dos alas restantes se encuentra ubicado el Museo de la Caza, con 28 diaporamas -escenarios tras un cristal- en los que se componen escenas con animales cazados en distintas zonas de España. También resulta de interés el entorno boscoso en el que se ubica el palacio, una dehesa de roble y encina en la que abundan gamos y ciervos, relativamente fáciles de observar.
INFORMACION. Visita al palacio. Horario: octubre-marzo, martes-domingo, 10-18 horas; abril-septiembre, martes-domingo, 10-20. Entrada básica: 7 â?¬. Los miércoles y jueves de 15 a 18 h. (octubre a marzo) y de 17 a 20 h. (abril a septiembre), entrada gratuita para ciudadanos de la Unión Europea. Si se tiene previsto visitar también La Granja lo mejor es sacar la entrada conjunta, 10 â?¬.
Fachada oriental del Real Palacio de Riofrío. Segovia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
02- PALACIO REAL DE LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO. No solo los bosques de haya tienen derecho a presumir de colores con la llegada del otoño. También los jardines boscosos, repletos de fuentes, estanques y parterres, como los que rodean este palacio real. De hecho, el otoño se presenta como uno de los mejores momentos del año para disfrutarlos. Y, además, es gratis. Otra cosa es el interior del palacio. Ahí ya hay que sacar entrada y recorrerlo con guía.
Este palacio y todo lo que le rodea es fruto de la querencia de los reyes por esta vertiente de la Sierra de Guadarrama y, en concreto, de los pinares de Valsaín. Tras el incendio del anterior palacio que existía en esta localidad -más bien un pabellón de caza-, Felipe V decidió comprar los terrenos de una finca -en realidad una “granja”- a los monjes de El Parral y levantar ahí un palacio que le recordara a los palacios de su infancia en Versalles y Fontainebleau. El resultado es un lujo apabullante al gusto franco, hasta el punto de que el patrono del lugar es San Luis, rey de Francia. En el palacio, aún usado para actos oficiales, se firmaron tratados como el de España y Francia contra Gran Bretaña (1796), se vio el levantamiento de las tropas para reponer la Constitución de Cádiz, o se escuchó el llanto del recién nacido Juan de Borbón. El elemento central del edificio es la colegiata, construida por Ardemans y redecorada por Francisco Sabatini.
En el recorrido por el interior del palacio, además de la colección de lámparas de bronce y cristal procedentes de la Real Fábrica de Vidrio de la Granja, destacan los tapices de Van Orley, los denominados de Honores y Virtudes, inspirados en cartones de Goya, y las pinturas sobre cristal de Luca Giordano, de finales del siglo XVII.
INFORMACIÓN. Visita al palacio: horario: octubre-marzo, martes-domingo, 10-18 horas; abril-septiembre, martes-domingo, 10-20. Entrada básica: 9 â?¬. Si se tiene previsto visitar también el palacio de Riofrío, lo mejor es sacar la entrada conjunta, 10 â?¬. Jardines. Horario: Abren todos los días del año a las 10 horas. Cierran: en octubre y marzo, 18.30 h.; en abril, 19 h.; de noviembre a febrero a las 18 h.; en mayo, primera quincena de junio y septiembre, a las 20 h; y segunda quincena de junio, julio y agosto, a las 21 horas. Oficina de Turismo, Real Sitio de San Ildefonso, tel. 921 47 39 53.
Detalle de uno de los jarrones que adornan el Parterre de la Fama. La Granja de San Ildefonso. Segovia. España. © Javier Prieto Gallego;
03- REAL MONASTERIO DE SANTA CLARA DE TORDESILLAS. Fue Alfonso XI quien levantó en Tordesillas un palacio para recordar por los siglos su victoria en la batalla del Salado. Su hijo Pedro I quien lo terminó y su nieta, la Infanta doña Beatriz, quien lo adaptó para transformarlo en un convento, el Real Monasterio de Santa Clara, obra cumbre del mudéjar en Castilla y León. Un estilo que se rastrea, sobre todo, en las partes pertenecientes al antiguo palacio, como la que fuera fachada del palacio, el patio de entrada, las capillas Mudéjar y Dorada, los inesperados y admirables baños árabes, o en numerosos detalles de la sacristía, iglesia, etc. En tiempos de Alfonso XI y Pedro I el mudéjar era el estilo que mejor reflejaba el refinamiento estético y cultural. Si la capilla Dorada sorprende por la magnificencia y complejidad de su techumbre, los baños árabes lo hacen por lo inusual de una instalación de este tipo, prácticamente idéntica a los ejemplares islámicos de Andalucía y Levante del siglo XI, con estancias reguladas por agua y vapor de temperatura escalonada por el sistema de hipocausto.
INFORMACIÓN. Horarios: martes-sábado 10 – 14 y 16-18,30; domingos y festivos, 10,30-15 horas. Entrada: 6 â?¬. Tel. 983 77 00 71.
Patio de entrada al Monasterio de Santa Clara de Tordesillas, con los restos del palacio real. Tordesillas. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
04- MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL DE LAS HUELGAS. Fueron el rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra quienes pusieron todo el empeño posible en fundar, a las afueras de Burgos, un monasterio que sirviera al tiempo como panteón real y como digno lugar al que pudieran retirarse sin perder su compostura las mujeres de la alta aristocracia o de la realeza, tal como era costumbre cuando estas quedaban viudas o decidían, motu proprio, entregar su vida a Dios. El monasterio, que gozó de favor real desde el principio, acabó convertido en cabeza de los monasterios cistercienses de Castilla y alcanzó una magnificencia que quedó reflejada, entre otras cosas, en la belleza de su arquitectura. Destacan su iglesia, la sala capitular, los sepulcros del panteón real, las capillas de Santiago y de la Asunción y su extraordinario Museo de Telas Medievales, formado sobre todo por vestimentas procedentes de los ajuares funerarios de las tumbas reales. Hasta el 31 de enero de 2015 la visita al monasterio incluye la exposición “Alfonso y Leonor, reyes de Castilla”.
INFORMACIÓN. Horarios: martes-sábado 10 – 14 y 16-18,30; domingos y festivos, 10,30-15 horas. Entrada: 6 â?¬. Tel. 983 77 00 71. Tel. 947 20 16 30.
ASÍ LO PUBLICÓ “EL NORTE DE CASTILLA”
Reportaje de Javier Prieto Gallego publicado por EL NORTE DE CASTILLA.
Reportaje de Javier Prieto Gallego publicado por EL NORTE DE CASTILLA.
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