¡Buenas mis queridos caprichos@s! ¿Cómo estáis llevando la nueva normalidad? Por aquí seguimos en el mismo plan, con mucha tranquilidad y evitando los lugares de grandes aglomeraciones de gente, aunque si es verdad que hemos recibido visita en casa (solo dos personas) y salido a comer a un restaurante de confianza que tenemos muy cerquita, así que nos hemos relajado muuuy poquito pero con todas las medidas de seguridad y guardando las distancias.
En el post de hoy os traigo otro senderito muy chulo para seguir descubriendo rincones bonitos de nuestra provincia, con el que disfrutaréis de la naturaleza en todo su esplendor y que además es muy fresquito, ya que discurre por la ribera del río Múrtiga y entre mucha vegetación, lo que le aporta muchos tramos de sombra y un poquito de humedad que viene genial para plantarle cara al verano.
Información del sendero
Longitud del recorrido - 4,8 Kilómetros
Duración - 1 hora 45 minutos
Trazado - Lineal
Dificultad - Baja
Cómo llegar
El inicio del sendero se encuentra en una calleja que sale a la izquierda en la N-433 (Carretera Sevilla- Lisboa) dirección Portugal, a la altura de Galaroza, un poco antes de llegar al Hotel Galaroza Sierra.
Ubicación GPS >> Sendero Ribera de Jabugo
Esta ruta une dos localidades de gran belleza de la Sierra de Huelva, Galaroza y Castaño del Robledo. Al tener un trazado lineal, podemos empezarlo en cualquiera de los dos puntos, pero os recomendamos comenzar desde Galaroza, ya que la vuelta se os hará más liviana.
Nos adentramos en un paraje húmedo y umbrío, junto al río Múrtiga, con mucha vegetación entre la que podemos destacar: helechos, álamos, sauces, fresnos, avellanos, castaños, nogales, encinas, alcornoques, quejigos, zarzas, retamas...
En la primera parte del recorrido iremos subiendo ligeramente hasta llegar a una zona más llana junto a la ribera del río, que nos acompañará en la mayor parte del camino, pero a medida que vamos acercándonos a Castaño del Robledo, dejando el río atrás, nos encontramos con el tramo más intenso del sendero, pues durante los últimos metros nos adentramos en una empinada subida hasta llegar al final de la ruta.
Aunque está catalogado como dificultad baja, nosotros calificaríamos la ida con una complejidad media, porque al tener varios tramos de pendiente ascendente, cuesta un poco más.
A la vuelta, el camino se hace prácticamente solo, casi sin darte cuenta de los kilómetros recorridos, ya que en su gran mayoría son todo bajadas y llanos, pudiendo así pararnos a disfrutar con más intensidad del paisaje y hacer multitud de fotos para rememorar este lugar con tanto encanto.
En total, ida y vuelta, son casi 10 kilómetros que se recorren fácilmente en tres horas y media.
Os espero en el próximo post. Y recordad, para enteraros de todas las novedades del blog no olvidéis seguirnos por nuestras redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram), ya que a través de ellas os iré contando todos los eventos a los que vaya asistiendo, los looks que voy subiendo al blog y muchísimas más cosas interesantes.
¡Mil besos mis caprichos@s!