LA MUELA HERIDA
Un paisaje de páramos y murallas rotas despide al Riaza burgalés antes de desembocar en el Duero
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Al cerro calizo sobre el que se asienta la localidad burgalesa de Haza, una muela terrosa con forma de península, parece que le ha pegado un mordisco de merienda el gigante glotón. Así, vistos desde abajo, lucen como miguitas de bizcocho los mil cachos de montaña que el tiempo y la erosión han ido lanzando cuesta abajo desde las alturas en las que se asienta esta histórica localidad de la ribera del Riaza. Tampoco hace falta ser un lince para establecer relación entre el nombre de la localidad, a la que unos ponen hache y otros se la quitan, y este río famoso, sobre todo, por las hoces rojizas que dibuja en el secarral abierto entre el embalse de Linares y la localidad de Montejo de la Vega de la Serrezuela.
Sendero del Valle del Riaza. Haza. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Obra de gigantes o roída de ratones, lo cierto es que el desmoronamiento natural de las laderas sobre las que se asienta Aza tajaron una espectacular muralla natural tan inexpugnable y severa que hizo innecesario en esa zona, la que mira más directamente al río, el alarde defensivo con que se dotó al resto del perímetro urbano. De hecho, la localidad de Haza fue una importante plaza fortificada de la ribera del Duero con un notable papel en la historia medieval castellana. Basta subir hasta ella para apreciar el dominio visual que brindan sus 906 metros de altitud. Su poderío económico y estratégico estuvieron a esa misma altura durante los siglos posteriores a la inmediata Reconquista. Especialmente desde que en torno al año 1015 se convierte en cabeza de una de las Comunidades de Tierra y Villa. A finales del siglo XII Haza capitaneaba la vida y economía de 15 aldeas.
Los trasiegos medievales, prolijos en disputas territoriales y demandas de poder, fueron tejiendo en el contorno del cerro una poderosa defensa de la que aún sobresale el contundente torreón que remata la esquina nororiental de la población. Es también el lugar hasta donde lleva la carretera de entrada al pueblo. Un paseo por las menguadas callejas de Haza, apretadas como corresponde a un cogollo defensivo con poco espacio para desperdiciarlo en avenidas, deja ver cómo el paso del tiempo ha hecho especial mella en un conjunto urbano que debió de ser espectacular. Entre el revoltijo de solares arruinados y parches atroces posa aún con dignidad la iglesia de San Miguel, en el costado meridional de la muela, el más vistoso y que conserva mayores tramos del cincho defensivo. Desde ese costado se divisa también a la perfección el devenir curvilíneo del río y el trazado del tranquilo paseo señalizado que enlaza esta población con Adrada de Aza.
Sendero del Valle del Riaza
Las indicaciones más concretas del recorrido se pueden estudiar en el panel informativo levantado a la entrada del pueblo. Desde ese panel arranca también el itinerario, perfectamente señalizado con balizas blancas y amarillas excepto en uno de los primeros desvíos del recorrido en el que han desaparecido. Este punto se localiza a un kilómetro del panel, doscientos metros después de incorporarse el paseo a la pista agrícola que se toma hacia la izquierda. En ese punto surge una nueva pista hacia la derecha que, tras vadear de inmediato un arroyo, se dirige hacia las orillas del río. La falta de señal en el desvío queda suplida ?de momento- por la profusión de señales que después van guiando el recorrido tanto a la ida como a la vuelta.
Ropa tendida al sol en el camino al cementerio. Haza. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Merece la pena dejar tiempo para disfrutar del paso por Adrada de Aza, cuya iglesia Santa Columba luce recién aseado un impresionante retablo de maneras renacentistas y delicados detalles. Otros rincones destacados del pueblo son su ermita tardorrománica, el humilladero junto al frontón y el paraje conocido como El Torreón, en el que aún se rastrean los arranques de una torre defensiva y evidencias de asentamientos castreños de época prehistórica.
Sendero del Valle del Riaza. Haza. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
EN MARCHA. Hasta Haza se llega por un desvío de la N-122 que arranca a siete kilómetros de Aranda de Duero.
EL PASEO. Itinerario señalizado como PRC-BU 79 con balizas blancas y amarillas. Tiene 10,4 kilómetros de longitud y desarrollo circular con salida y llegada en la localidad de Aza. De escasa dificultad y desnivel puede realizarse en unas tres horas. El paseo discurre casi en su totalidad entre choperas y pistas agrícolas que también pueden recorrerse en bicicleta. Mapa 375-I a 1:25.000 del IGN.
FOLLETO. Puedes descargarte aquí el mapa y las explicaciones del folleto editado por Asociación para el Desarrollo Rural Integral de la Ribera del Duero
INFORMACIÓN. la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de la Ribera del Duero Burgalesa ha editado una serie de folletos entre los que se describe el sendero del Valle del Riaza: tel. 947 55 20 91. www.riberadeldueroburgalesa.com.
Croquis del paseo en torno a la localidad de Haza. © Javier Prieto Gallego
Y tú, ¿conoces esta localidad? ¿Has hecho algún tramo del Sendero del Valle del Riaza?
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