Alba Quintas Garciandia
Querido diario:
Vamos a darle las gracias a Nocturna Editorial que una vez más ha acertado con esta preciosa portada y una historia de las que no te olvidas fácilmente, dentro sinopsis:
Martina necesitaba huir y olvidar lo que ocurrió en la fiesta. Por eso se fugó en plena noche y acabó en ese pueblo cualquiera, lejos de la ciudad donde ya todos buscan a la chica que desapareció sin dejar ni rastro en el cumpleaños de su novio.
Yo era la sombra de la Araña; era como un complemento suyo, uno que no se quitaba nunca, pero que por sí mismo tampoco importaba apenas.
Astrid sabe que la aterrorizada joven que ha aparecido en su casa ha vivido algo muy duro, pero ¿y si con querer ayudarla no basta? Ella no es mucho mayor que la chica y sólo se encuentra allí temporalmente para terminar la novela que está escribiendo. Y en el pueblo ni siquiera es bien recibida... Al fin y al cabo, si algo teme la gente de Sabinia, es el cambio.
Mis palabras pueden ser muchas cosas, pero, sobre todo, son la verdad.
Me atrevería a hablar de feminismo entre estas páginas pues las situaciones a las que se enfrentan los dos personajes principales, Astrid y Martina son de los que te hacen sacar la rabia de dentro, creo que, en una sociedad en la que no paro de ver a mujeres lanzándose puñaladas, el apoyo mutuo de estas dos chicas nos puede dar un bonito ejemplo y que los libros empiecen a reflejar la actualidad me parece todo un acierto.
Ahora que ya lo he reseñado, cambiaría mi palabra misterio por la de sororidad pues lo identifico mucho más con esa solidaridad entre mujeres que, aun sin conocerse, son capaces de ponerse en el lugar de la otra para ayudarse y eso, queridas lectoras, es maravilloso.
Y en este momento solo puedo decir que me siento muy interesada por seguir leyendo a esta joven autora que mucho tiene que contarnos y a quien no tenía el placer de conocer, ¡mi enhorabuena por esta novela!
Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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