Reseña: Padrón Santana, Bárbara "Nieve roja"

Nieve roja

Bárbara Padrón Santana



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En esta novela de portada tan bonita y sinopsis más que interesante nos presenta la autora a dos personajes principales, Ethan y Selena, él busca venganza y ella intenta escapar de sus pesadillas. Selena se siente responsable de la muerte de un lobezno y su madre que la protegían cuando fueron abatidos por Ricard, el hermano de la protagonista, siempre tan protector. Muchos años más tarde, ese lobezno quiere llevar a cabo lo que cree que resarcirá la muerte de su querida madre.

Se me ha presentado ante mis manos lectoras un libro romántico que pretende ser un retelling de Caperucita roja. Estoy muy agradecida a la editorial Romantic Ediciones por esta primera colaboración y quiero aplaudir su amabilidad al enviarme este ejemplar a casa.

Después de leer la primera mitad del libro confirmo las sospechas que tuve al comenzar la lectura pues en lugar de parecerme un retelling de Caperucita roja, ya sabéis, la niña que se pierde en el bosque, le hace caso a un extraño y acaba muy mal, en realidad este libro me ha parecido un fanfic de Crepúsculo, sobre todo por la parte lobuna de la historia pues imita la conexión de los lobos con su pareja y el tema de los cazadores.

Lo primero que me ha llamado la atención es el registro coloquial en el que se ha escrito pues quizás yo esté acostumbrada a un nivel más culto pero que a la vez ha ido contrastando en algunos párrafos en los que de repente la novela se convertía en algo muy dramático. Me ha faltado una buena contextualización pues los personajes se comportan "a la española" y sin embargo tienen nombres americanos y eso me ha descolocado mucho. No sabría decir donde se desarrolla la novela.

Por otro lado creo que el lenguaje se podría haber pulido un poco más y para ésto me sirvo de un ejemplo:

"...aquél horrible momento en que su hermano había matado a aquéllos lobos que la habían cuidado cuando se había perdido en el bosque. Desde aquel día ya no había vuelto a ser la misma..."(frangmento de la segunda página escrita del libro)

En los agradecimientos la autora recuerda a su lector cero y a la editorial, dos recursos que yo le hubiese recomendado de no haberlos utilizado. Yo creo que este tipo de lenguaje se podría mejorar bastante. (Podría poner más ejemplos pero tengo más cositas que comentar).

Algo que no he terminado de encajar es el sistema sanitario que muestra en la novela pues según la autora en los hospitales los enfermeros hacen tareas de celadores, en las habitaciones hay cosas como un sofá-cama y nunca tienen sangre disponible por lo que, mediante el boca-oreja entre conocidos, buscan donantes y les hacen transfusiones de sangre a los heridos sin haberla analizado ni nada previamente. Puede que yo me equivoque pero a mí esto no me parece realismo mágico sino falta de documentación pues yo por desgracia conozco muy bien los hospitales y su funcionamiento no es como se plantea en la novela.

Un detalle en el que siempre me fijo y que para mí es un error de escritor novel es el precio de las cosas. Me explico, los protagonistas son dos huérfanos que llevan años sin sus padres y tienen entre los dos: una casa, una moto de gran cilindrada y dos coches de gama alta, en ningún momento dice a qué se dedica el chico a parte de cazar lobos (que no sé qué sueldo tendrá) y la chica está costeándose la universidad. Yo me considero una lectora altamente exigente y necesito que este tipo de cosas sean verosímiles y tampoco lo considero realismo mágico sino que en realidad le falta trabajo.

Esto ya lo he señalado en otras novelas y es algo que se empieza a repetir sobre todo en autores españoles de editoriales más o menos pequeñas: los personajes se despiertan, comen, se visten, cenan, se duchan y se acuestan, eso lo sabemos todos, pero cuando repites constantemente estos hechos a mí particularmente no me aportan nada pero entiendo que es un recurso para cambiar de una escena a otra sin embargo, la impresión que da es la de otorgarle mucha importancia a las tareas de la vida diaria.

Y para terminar de hablar sobre la forma, me gustaría hacer dos cosas, por un lado aconsejar a esta autora y a otras que se sientan identificadas con su forma de escribir que quizás sería buena idea trasladar sus historias al teatro, por ejemplo, pues el 99% del libro son diálogos y me ha faltado narración que me explicara las situaciones, también se podría haber escrito la historia en mensajes de whatsapp que es un formato que me gusta y se habría entendido perfectamente la historia. Y por otro lado, me gustaría agradeceros este tipo de escritos ya que me dan muchos ánimos para sentarme a escribir pues a veces me rindo con facilidad pues pienso que nunca llegaré a ser Philip Pullman ni Mathias Malzieu pero viendo que hay otros autores que escriben de manera menos auto-exigente y consiguen vender libros, quizás yo también pueda hacerlo y por eso me siento agradecida y motivada.

Del contenido tengo poquito que decir pues no me ha sorprendido, a mí me encantan las historias sobre lobos por muchas razones pero no quiero alargar más la reseña, no obstante me ha parecido que si quitamos a los lobos y ponemos vampiros o cualquier otro ser paranormal, la historia no se hubiese visto afectada. Para novelas sobre lobos me sigo quedando con "Temblor". En esta hay muchas cosas sin explicar que no he entendido como por ejemplo cómo se camufla el olor, si realmente tienen superpoderes o no, cómo se transforman, de qué se alimentan, porqué pasan diez años sin ningún ataque y de repente hay muchos seguidos, etc.

En resumen: me hubiese encantado afirmar que en este caso hay una idea buenísima pero con pequeños fallos al ejecutarla sin embargo, me he creído al personaje invisible de Cecelia Ahern, el dragón volador de La Historia Interminable y las escaleras que se mueven del colegio Howarts pero no me he podido creer la historia de amor del lobo con la humana, ni por qué ella no se da cuenta de nada, por qué se enamoran todos de ella cuando solo es una chica deprimida y que pasa desapercibida, no me he creído esa sociedad lobuna que nadie más conoce y muchas otras cosas que me han recordado constantemente a Crepúsculo.