Marina Díez
Querido diario:
Hoy te traigo una colaboración muy especial para la que quiero dar las gracias tanto a la autora, Marina, como a David, trabajador de Mariposa Edicones por el trato tan amable y cercano que he recibido.
Allá es el cuarto poemario publicado de Marina Díez, es un viaje emocional, un proyecto que intenta reflejar la transición en la superación de una ruptura amorosa. Se trata de un libro-objeto, una caja de cartón que en su interior guarda diecinueve postales, una carta manuscrita e ilustrada (por Adolfo A. Ares) y alguna sorpresa. Las postales son el recuerdo de cada paso que damos en esa ruta hacia el bienestar. En dichas postales encontraremos, además de los poemas de la autora, ilustraciones (de David Díez Fernández, Ana Villanueva y Lorenzo) y fotografías (de Raquel Velilla, Raquel Sánchez Getino, Indira Pérez, EVA G. Baragaño, Marcelo Oscar Barrientos, Alejandro Aller, Chayo Roig, Carlos González y Olga Orallo) que reflejan la visión que los autores leoneses, o con relación con la provincia, tienen sobre esos versos.Cuando David me habló de este "libro objeto" no conseguí entender a qué se refería pero tuve una curiosidad creciente hasta que vi de qué se trata. ¿Recuerdas esas cajas de galletas o de zapatos que guardas llenas de recuerdos, recortes y fotos? Sí, esas que encierran más cariño que valor económico, que las abres y los objetos ahí conservados te traen a la memoria tanto anécdotas graciosas como momentos emotivos... pues de eso se trata este poemario. Es una cajita que contiene cada poema tras una foto o ilustración, unas a color, otras en blanco y negro, las hay más grandes, otras más pequeñas y todas tienen mucho en común.
Debo confesar que de poesía entiendo más bien bastante poco, ni de rimas ni de figuras retóricas te voy a hablar pues estaría cometiendo un delito contra la lírica. De lo que sí entiendo es de sentimientos y esta cajita encierra muchos de ellos pero sobre todo los de rabia, tristeza y dolor, mucho dolor. Siempre he creído que de las malas experiencias salen las mejores obras de arte porque cuando uno está feliz disfruta el momento y lo último que se le ocurre es sentarse a escribir, sin embargo, la tristeza, la soledad y la frustración con fieles amigas del escritor y en este caso, de la poetisa.
Me parece que Marina ha puesto todo su ser en estos versos que yo he leído como relatos y me ha hecho recordar como me sentía cuando sufrí rupturas, sobre todo aquéllas en las que, siendo éstas inesperadas, dependía tanto emocionalmente hablando de la otra persona, que mi mundo se hundió y tuve que salir a flote yo sola, sin la mano de la única persona que hasta ese entonces siempre me había ayudado.
No espero que a Marina le sigan sucediendo cosas terribles que le hagan seguir escribiendo pero sí le deseo muchos momentos llenos de sentimientos que pueda seguir plasmando en objetos como éste, el libros tan cuidados como éste, ojalá sean todos bonitos, pero ella, tú y yo sabemos que eso, no lo decidimos siempre nosotros.
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