Sinopsis:
La aparición de un cadáver en un contenedor cercano al Parque de Atracciones del Tibidabo es el primer caso de la recién licenciada subinspectora Rebeca Santana. Pero resolver este horrible crimen no es el único reto que debe afrontar la subinspectora; tendrá que lidiar, además, con el complicado carácter de su compañera, la inspectora Miriam Vázquez; deshacerse del espantoso y traumático pasado que la persigue; tomar con firmeza las riendas de su vida sentimental y defenderse ante las burlas de algunos de sus compañeros de la Jefatura de la Policía Nacional.
Reseña:
Desconocía esta saga de novelas de Susana Hernández, y la empecé gracias a una recomendación entusiasta, la cual comparto tras haber disfrutado enormemente de Curvas peligrosas y de sus dos protagonistas, Santana y Vázquez.
Y es que aunque se trata de una novela negra que podría parecer de lo más corriente (inspectora novatilla pero muy inteligente se enfrenta a unos asesinatos junto a su compañera más experimentada) la autora integra sabiamente en la trama los asuntos personales de las protagonistas, quedando la historia perfectamente equilibrada entre la investigación y sus vidas privadas.
Por una parte, Rebeca Santana tiene graves problemas con su pareja, Claudia, que se acentúan al asignársele el caso de las chicas asesinadas y no dedicarle la atención suficiente. Y su compañera, Vázquez, divorciada, tampoco halla paz en su domicilio al estar a cargo de su hija adolescente, enamorada ésta de un hombre mayor que le otorga más penas que alegrías. algo que preocupa a su madre.
Que Rebeca sea lesbiana podría ser algo totalmente irrelevante para una trama policíaca al uso, pero Susana Hernández aprovecha para poner el dedo en la llaga en un tema que sigue siendo espinoso: la normalización de la homosexualidad en profesiones como la polícia. Y es que cuando los compañeros descubren su orientación sexual, Rebeca se enfrentará a algunas burlas y muestras de rechazo por parte de sus compañeros, y la inevitable aparición de rumores sobre si mantiene relaciones sexuales con Vázquez.
Hablando de sexo, la historia contiene más de una (y de dos, y de tres...) escenas sexuales muy detalladas que tal vez puedan sobrarle a algunos lectores, pero en mi opinión, acompañan estupendamente en algunos de los tramos de la historia.
Pero no podemos olvidar que la parte importante de la historia, más allá de los escarceos y problemas personales de las dos mujeres, es la investigación en sí. Los pasos que dan en el transcurso de la misma están bien hilados y conducen al lector, llegando incluso a sorprender con la resolución.
De acuerdo, es la trama más enrevesada de la historia de la novela negra, pero resulta interesante, amena y además, se agradece que quede resuelta al finalizar el libro, aunque si tenéis ganas de más, podréis encontrar a las protagonistas en Contra las cuerdas y Cuentas pendientes, que prometen ser mucho mejores todavía, si es posible. Yo al menos, ya las tengo en mi lista de pendientes.