Crímenes exquisitos es la primera de una saga compuesta hasta el momento por cuatro títulos protagonizados por el dúo de Valentina Negro, inspectora, y el criminólogo Javier Sanjuán. Estamos hablando de unas novelas extensas (800 páginas aproximadamente) cargadas de de un montón de personajes, tramas, acción, giros inesperados... y es que no hay tiempo para aburrirse. Incluso cuando estás leyendo algo que parece poco importante para la trama, poco a poco se van atando los cabos y la memoria te hace volver atrás a aquella conversación o aquel suceso. Y es que se trata de novelas narradas de forma coral, y en un capítulo acompañamos a la aguerrida Valentina Negro y en el siguiente conocer los pasos del asesino misterioso, de un testigo o de la policia de Scotland Yard.
Aunque hay muchos personajes, los principales destacan sobre los demás por protagonismo en la historia y están perfectamente desarrollados, con sus luces y sus sombras. No terminó de gustarme cierto aspecto de la inspectora Negro hacia el final de la novela, pero no puedo hablar de ello sin hacer un spoiler como un castillo, así que simplemente diré que por suerte al final todo queda resuelto bastante satisfactoriamente. Tal vez eso la hace más humana todavía. Ciertamente tantos personajes y tramas pueden descolocar un poco al principio, y no es de esos libros que puedes leer e intercarlar con otros, a menos que tengas una excelente memoria. Además, ocurren tantas cosas que estás pendiente de cuál será el siguiente paso en la investigación, la siguiente prueba... o el siguiente crímen.
Además hay constantes referencias al mundo del arte o del cine, y sin duda agradecerás tener cerca tu teléfono u ordenador con conexión a internet para buscar imágenes de los cuadros, videoclips o demás apuntes que se realizan durante la historia. Aunque es posible que estés tan concentrado en la lectura que no te pares a buscar nada y sólo quieras saber quién fue el asesino de Lidia Naveria.
Sinopsis de la editorial: El cuerpo de Lidia Naveria, una joven de la alta sociedad coruñesa, aparece flotando en el estanque de Eiris recreando la famosa Ofelia de Millais. ¿Qué relación tiene este crimen con el macabro asesinato acontecido meses antes en la Abadía de Whitby? La inspectora Valentina Negro, con ayuda del famoso criminólogo Javier Sanjuán, liderará una investigación que la llevará a colaborar con Scotland Yard, en una oscura trama a caballo entre A Coruña y Londres. Lo que nadie puede llegar a sospechar es que en la vertiginosa cuenta atrás para atrapar al asesino, deberán enfrentarse a las obsesiones más inconfesables de la sociedad actual.