La novela es un poco extraña en su desarrollo. Procuraré no hacer ningún destripe del argumento (adelanto que su gracia precisamente son los giros argumentales) pero a veces da la sensación de faltarle algo. Por ejemplo, Alice vuelve frecuentemente al pasado en una serie de flashbacks en los que recuerda dos hechos traumáticos que condicionan su carácter (en ocasiones se convierte en un personaje bastante insoportable, todo hay que decirlo) Estos recuerdos en ocasiones rompen el ritmo de la novela e algunos incluso son tediosos. Cuando la novela vuelve al presente, como ya decía antes, justo cuando la trama empieza a perder fuerza, el escritor se saca un truco de la chistera y te vuelve a sorprender con un giro radical de los hechos, información relevante sobre los personajes o sobre el por qué están en esa situación. Y el final, totalmente inesperado, al menos por mi parte, me dejó perpleja. Incluso dan ganas de releer la historia para encajar las piezas. Sorprendida, sin duda, pero con buen sabor de boca.
En resumen: una historia muy interesante, y a pesar de que cuenta con algunos altibajos considerables el autor logra reconducirla en diversas ocasiones, llegando al gran final que, si te pasa como a mí, te dejará con la boca abierta.