Paul Pope tiene un estilo al dibujar muy peculiar, y sinceramente, me echaba bastante para atrás a la hora de ponerme a leer este "Batman - Año 100" que recordemos ganó dos premios Eisner en 2007 (mejor serie limitada y mejor artista) y mis ganas de ampliar conocimientos sobre el universo del hombre murciélago me acabaron llevando a su lectura.
Año 2039: Gotham City vive bajo una constante vigilancia policial, y el asesinato de un agente federal activa las alertas de las fuerzas de seguridad: los testigos afirman que el asesino no es otro que Batman, una leyenda considerada perdida de la ciudad de Gotham. Y efectivamente, Batman ha regresado... con algunos cambios.
Pope quería otorgar a este Batman un aspecto más humano: Este Batman lleva un traje que parece que se lo haya hecho de pedazos de tela, apenas lleva sus famosos "bad-gadgets" (a excepción de unos falsos dientes de cerámica que logran que me parezca más feucho todavía, pobre Batman) y algunos aparatos tecnológicos. En lugar del bátmovil tenemos una moto tipo custom que su compañero Robin, un joven que no necesita de traje rojo ni antifaz para ser su ayudante, le repara constantemente. Este Batman es herido, tiene hambre como los mortales, y no duda en matar si es necesario.
Aparece también Gordon, pero su nieto: capitán de la polícia, su abuelo el comisario le habló en innumerables ocasiones de Batman, y saber dónde está el archivo con sus datos, buscado por los agentes federales, se convertirá en la búsqueda personal de este policia, que no está dipuesto a creer que esa leyenda de Gotham se haya convertido en un simple asesino. Incluso encontraremos algún guiño al manicomio de Arkham.
Aunque sigo sin apreciar especialmente a este Batman tan... humano, la historia está francamente bien y merece la pena echarle un vistazo, aunque os recomiendo la edición de Planeta ya que la de Debolsillo comprime demasiado los textos, aunque sin duda el precio de la Debolsillo es mucho mejor y la de Planeta cuesta encontrarla Batman. Año 100