Han pasado casi 30 años desde que unos, por esos tiempos, desconocidos de Emeryville (California) llegaron a nuestras grandes pantallas con una cinta que se convirtió rápidamente en todo un clásico del cine de animación, “Toy Story”.Obviamente os estamos hablando de Pixar, una empresa que, con el tiempo, se ha convertido en todo un referente, tanto técnicamente como en la temática de sus obras.
Sí, durante muchos años, se han contabilizado sus películas por éxitos, consiguiendo que una auténtica legión de fans esperara como agua de mayo cada uno de sus estrenos, los cuales arrasaban tanto en taquilla como en críticas (profesionales y amateurs). Con todo, desde hace unos años, esta dinámica ha girado o quizá, mejor dicho, se ha estancado, pues desde 2020 cuando estrenaron la dura y difícil “Soul”, sus tres estrenos (“Onward”, “Luca” y “Red”) se han vuelto ciertamente más controvertidos.
De “Onward” se le recuerda como “misión fallida”, “rutinaria”, “desapasionada”, la bella “Luca” se le ha llamado “Obra menor” o “floja” y este 2022, una vez más, directamente estrenada por Disney+ ha vista la luz una película, a todas luces, controvertida, y que hoy os comentaremos, se titula “Red”.
“Red” empieza desplazándonos al Toronto (Canadá) de 2002, allí nos encontramos a la protagonista de “Red”, una chica de 13 años llamada Meilin Lee. Meilin es una chica estudiosa y perfeccionista que forma parte de un cuarteto de amigas con Miriam, Priya y Abby las cuales, además de muchas aventuras, comparten que son fans de una boy band llamada “4*Town”.
En casa, Mei tiene, aunque ella no se dé cuenta, un problema, y es que, totalmente dispuesta a ayudar a su familia, la cual tiene uno de los últimos templos de Toronto, dedica todas sus horas libres al templo sufriendo silenciosamente la presión de Mig, su madre, para que sea y busque permanentemente la perfección.
Un día, sin quererlo ni beberlo, Mei despierta convertida en un gran oso panda rojo. Como puede, Mei se lo esconde a su madre, y descubre que, puede volver a ser humana cuando recupera la calma. Ming, controladora como pocas, se presenta en la escuela donde, tras un altercado con el guardia descubre que su hija se transforma en un gran oso panda rojo.
Tras este descubrimiento y ya en casa, Ming le cuenta que eso sucede en todas las generaciones de mujeres de la familia cuando se convierten en adultas, aunque se puede solucionar con un conjuro la noche de la Luna Roja (para la que falta algo más de un mes). Durante ese tiempo, Ming quiere retener a su hija en su habitación. Poco después, sus amigas descubren su secreto en la habitación y misteriosamente, ellas descubren que el oso les gusta y Mei que, pensando en sus amigas, evita la transformación.
Haciendo uso de este control, Mei convence a Ming para volver a la escuela, aunque para lo que no puede convencerte es para asistir al próximo concierto de “4*Town” en Toronto con sus amigas. Dispuestas a ir a toda costa, Mei tiene la idea de aprovecharse del oso para, en la escuela, generar el dinero suficiente.
Cuando se acerca el concierto, la abuela y las tías de Mei hacen acto de presencia en su casa y se organizan para que todo esté preparado para la noche de la Luna Roja que, curiosamente coincide con el concierto de los “4*Town”. ¿Podrá Mei deshacerse de su oso panda gigante antes del concierto? O por el contrario el ¿oso panda acabara teniendo tanto protagonismo en el concierto como lo tuvo durante la recaudación de dinero para las entradas de las chicas? Como ya os podéis imaginar, nosotros conocemos las respuestas a estas preguntas, pero, no os lo contaremos por aquí.
Mei convertida en panda y sus amigas
Técnicamente os diremos que “Red” mantiene el nivel que nos tienen acostumbrados el equipo de Pixar aunque, en esta ocasión con un pequeño/gran cambio, el alejamiento del realismo al que tan bien nos tenían acostumbrados para centrarse en una imagen más cómic (busca acercarse quizá, un poco al anime), con el fondo muy diluido y con unas imágenes rápidas y por momentos mareantes.
En cuanto a la trama argumental comentar que, como ya iba tocando, “Red” se aleja también de los aspectos más profundos de la vida y la muerte (y como se enfoca esta) para centrarse en algo bastante más del día a día, el pase de niña a mujer, con la aparición de la primera regla (no se dice con estas palabras, pero queda más que claro), su inestabilidad en los cambios de estado de ánimo (reflejado con la aparición del gran oso panda rojo) y la creación del propio camino de la niña con su crecimiento personal en medio de un mundo de vergüenzas, odios al propio cuerpo y confusión.
Como dato curioso, nos preguntamos ¿por qué se ambienta “Red” en el año 2002?, si es para pintarnos una sociedad con Boy Bands y con teléfonos no smartphones de concha, la verdad, nos parece que aporta realmente poco. Suponemos que es porque se corresponde con la adolescencia de la directora, pero, nos da que pensar, y realmente, aporta entre poco y nada más que desubicar a muchos.
En cuanto a la construcción de los personajes, para nosotros os diremos que es donde “Red” tiene sus principales lagunas ya que tenemos una protagonista completamente anulada por su madre superprotectora, un padre ausente (y hasta cierto punto bobalicón) que solo tiene una frase en todo el metraje, y unas amigas que están totalmente desdibujadas, como si ellas a su edad no tuvieran ningún problema, ninguna duda y ninguna alteración. Bajo nuestro punto de vista, nos ha falta un personaje potente, con problemas reales bien desarrollados los cuales, con sus acciones nos contaran la moraleja sin tener que esperar que nos lo diga una voz en off al final de la película.
No os diremos que “Red” sea una mala película, ni mucho menos, sí que os diremos que, para nosotros es una película más floja de lo esperado y orientada a un público mucho más infantil / juvenil de lo que nos tiene acostumbrados Pixar.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Red” es de un 6 sobre 10.
Título original: “Turning Red” – 2022 – USA
Dirigida por: Domee Shi
Duración: 100 minutos
Género: animación