Hace unos días estuve viendo unas magníficas fotografías de uno de los restaurantes del cocinero Jamie Oliver. Para quien no conozca a este famoso chef inglés, contaros que es uno de los más influyentes del Reino Unido y fue incluido en la lista de los británicos más ricos menores de 30 años. Las recetas que realiza Jamie Oliver tienen una base de cocina italiana con un protagonismo importante de las hierbas aromáticas y las especias. Es por esto, que se ha convertido en uno de mis cocineros preferidos ya que puedes aprender mucho en cada una de sus recetas.
No tenía más remedio que presentaros a Jaime Oliver hoy, que os muestro una receta para hacer masa de pizza fresca. Dicho esto, vamos a pringarnos las manos.
Para la masa necesitaremos:
800 gramos de harina de fuerza.
200 gramos de harina de sémola.
550 gramos de agua tibia.
4 cucharas de aceite de oliva.
1 cucharada de sal.
1 cucharada de azúcar.
14 gramos de levadura en polvo.
Con estos ingredientes obtendremos masa para cuatro pizzas de buen tamaño. Sí sólo queréis probar y hacer una única masa, debéis dividir los ingredientes entre cuatro.
Empezamos la receta mezclando las harinas tamizadas junto con la sal y formamos una especie de volcán. Ahora vamos a añadir al agua, la levadura, el azúcar y el aceite de oliva. Tras reposar unos minutos toda la mezcla la vamos añadiendo, poco a poco, al centro del volcán. Según añadimos el agua, hacemos caer la harina de los bordes hacía el volcán, hasta unir todo. Tras esto, nos enharinamos las manos y comenzamos a amasar hasta conseguir una masa uniforme. Amasar nos debería llevar unos 10 minutos.
Tras conseguir una masa uniforme, la ponemos en un cuenco y tapamos todo con un trapo de cocina húmedo durante una hora aproximadamente. Con ello hemos conseguido que la masa doble su tamaño.
Ahora vamos a quitar el aire que la masa ha formado en su interior volviendo a amasarla durante otros diez minutos.
Tras estos pasos ya tenemos nuestra masa de pizza lista para usar. Si has hecho la receta con las cantidades indicadas, divide la masa en cuatro y da forma de pizza a cada una de ellas. Para ello nos ayudamos de nuestras manos y un rodillo para intentar conseguir la masa lo más fina posible.
Cuanto más amases con las manos más sensación conseguirás de pizza casera.
Horneamos la pizza que vayamos a utilizar en ese momento durante 12 minutos a 240 grados. La retiramos del horno y añadimos los ingredientes que deseemos lo más rápido posible para que pierda el mínimo calor. Ahora nos toca hornear durante otros 8-10 minutos según el gusto de cada uno.
El resto de las masas las horneamos durante unos 5 – 7 minutos y, una vez frías, las envolvemos en papel film y congelamos hasta que las necesitemos.
Y hasta aquí esta gran receta que conquistará a niños y mayores, porque… ¿hay algo mejor que una pizza casera? Dicen que el secreto está en la masa ¿Estás de acuerdo?
Para los más cómodos siempre os quedará Telepizza…
Saludos!!!
Esta entrada Receta: Masa de pizza fresca es contenido de Me Gusta Comer y Dormir .Com.