Habrá muchos estrenos este fin de semana, muchos conciertos de grandes cantautores y actuaciones míticas de teatro, pero de lo único que se va a hablar es del Real Madrid- Barça. Y no es para menos, se van a enfrentar los mejores equipos de la historia de la Liga, en lo que a números se refiere.
Por un lado nos encontramos al mejor Barcelona de su historia. Vigente campeón en todo, cuenta con un equipo muy bien engrasado. De las pocas cosas que se le atribuían como negativa al equipo era el portero, Víctor Valdés. Sin embargo, este año el meta se ha reivindicado y ha sido más regular que en toda su carrera, por eso es Zamora. Pero si alguien que llega en un estado casi febril de optimismo y buen juego, ese es Messi ¿Qué vamos a decir de él? Él mismo habla con sus jugadas de vértigo y su regate -dicen que la velocidad de sus pies al regatear es similar a la de Usain Bolt-, su visión y sus pases, su fútbol. Ya el año pasado hizo un descosido en el Bernabéu. Y de la plantilla en general también se ha hablado mucho, desde aquí destacamos el cada vez mejor juego de Pedro.
¿Y el anfitrión? Este Real Madrid no es de la campaña pasada, abonado al contraataque y las genialidades de un Robben de cristal. Xabi Alonso ha dado un equilibrio muy necesario al equipo y la defensa ha sabido llevar de forma ejemplar la baja de Pepe. Por arriba Ronaldo e Higuaín se emborrachan a goles y de vez en cuando salen jugadores que parecían descartados, como Van der Vaart, para arreglar partidos. El gran `pero´ de este equipo es la poca credibilidad que despiertan dos fichajes de relumbrón, Kaká y Benzemá. El peor caso es el del brasileño, balón de oro en 2007, que lo más seguro es que no juegue por miedo a los pitos. La verdad es que no ha hecho mucho para ganarse aplausos.
Y todo esto está muy bien, decir que Alves es una flecha, alabar los pases imposibles de Guti, pedir una canonización para Iniesta y Casillas... Pero la realidad es que los derbis siempre nos sorprenden. A veces gana el que menos se lo merece, son tostones inaguantables, goleadas inimaginables. Así que vamos a recordar un par de partidos recientes en el Bernabéu.
Real Madrid 0 - Barcelona 3 temporada 2005/2006
Este fue el mejor año de Rijkaard. El Barcelona ganó la liga y la Champions jugando a un gran nivel. Guardiola ha heredado este bloque que sigue las enseñanzas de Cruyff. Lo destacamos porque ese día de 2006 Ronaldinho fue aplaudido en la casa blanca. El Madrid estaba en una descomposición que duraba desde que, de forma muy poco acertada, no se renovó a Vicente Del Bosque. Para los aficionados del Barça, disfrutad.
Real Madrid 4 - Barcelona 1 Temporada 2007/2008
Es curioso ver como cambian las cosas en el fútbol. Dos años después de la paliza culé, el Madrid salía al campo aplaudido por su máximo rival, era el paseíllo del campeón. El equipo blanco se había proclamado campeón a 3 jornadas del final de liga. Ese mismo año, uno antes de los 6 títulos de Guardiola, se vivían escenas esperpénticas en Barcelona. Se intentó entrar en el palco del club y agredir a Laporta. Por si fuera poco, le hicieron una mención de censura...¡por quedar tercero en Liga y llegar a las semifinales de la copa de Europa! Pero todo esto se olvida rápido, es fútbol.
Por su parte, el Madrid ganó a un Barcelona desmotivado con el público pidiendo la manita y jugadores con un estado de forma admirable como Van Nistelrooy o un Guti que fue el máximo asistente de la liga.
¿Qué pasará esta vez? ¿Quién aplaudirá a quién? Eso es lo mejor de todo, que nunca se sabe.
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