No tan sólo nuestras mamás, tías, maestras y casi cualquier mujer “más experimentada” nos dijo que no podíamos salir con nuestro domingo siete, también las desventajas económicas o las pocas oportunidades laborales nos repiten exactamente lo mismo. Aun así, hay mujeres que quieren hacerlo, pero no lo dicen (o hacen) por temor a ser juzgadas.
Toma en cuenta que, si lo consideras entre tus planes de vida, es tan importante y natural como si contaras que quieres viajar, trabajar o estudiar una maestría, pero también es tan íntimo que si prefieres puedes guardarlo para ti, porque así lo decidiste y no porque sientes que así debe de ser.
En el caso de hablarlo con tu novio, probablemente tengas miedo de externarlo porque piensas que lo tomará como una insinuación sobre qué quieres “formalizar” con él y tan rápido como pueda, ¡escapará! En ese caso, es importante aclarar que ni le estás proponiendo que “te haga un hijo”, ni que quieres pasar el resto de tu vida a su lado y mucho menos que quieres que te mantenga…
Ahora, si en efecto, quieres proponerle “ampliar la familia”, te recomendamos que seas directa. Si su respuesta es negativa o se pone furioso, no insistas. Es una señal de que no es la persona indicada y la búsqueda puede continuar o emprender el camino tú sola. Recuerda que de todas las elecciones que puedes tomar en la vida, ser mamá o NO serlo, es completamente tuya.