Mito de las Columnas de Hércules
Este mito tiene sus orígenes en la antigüedad. Con este nombre se designaba el fin del mundo conocido por los griegos y los romanos. Eran el límite geográfico que delimitaba la tierra y los mares que habían sido descubiertos y navegados hasta entonces.
Todo lo que se encontraba más allá de este lugar era desconocido. Y como es costumbre, lo desconocido causaba temor. Las columnas de Hércules señalaban lo que para los antiguos era el fin de la tierra conocida. Según las supersticiones, más allá de ellas se encontraban las tinieblas y un sinfín de cosas insospechadas por el hombre.
De esa manera nace el mito de las columnas de Hércules. El lugar que no debía ser atravesado por hombre alguno.
¿Dónde se ubican las Columnas de Hércules?
Estas columnas están ubicadas técnicamente en el Estrecho de Gibraltar. No veremos dos columnas en sí, por supuesto. Según la mitología Hércules separó una cordillera para abrir paso al mar y así se nombran dos puntos que sellan el mundo conocido. La primera columna a la que se le llamó Calpe, se sabe que es lo que ahora se conoce como el Peñón de Gibraltar. La segunda columna lleva el nombre de Abila. Esta es la que señala el límite hacia el sur. De esta aún se disputa su ubicación exacta. Algunos dice que se trata del Monte Hacho en Ceuta. Mientras que otros especulan que es el Monte Musa en Marruecos.
La leyenda tras las Columnas de Hércules
Todo inicia con la historia de Hércules, hijo de Zeus y Alcmena. Según la mitología griega, Hércules o Heracles, habría matado a sus hijos en un repentino ataque de locura. Luego de recuperar la razón, Hércules se dirigió al Oráculo de Delfos para saber cómo podía resarcirse ante los dioses. El Oráculo le dijo que debía ponerse al servicio del Rey Euristeo para así poder purificarse.
El Rey Euristeo le dijo a Hércules que debía realizar 10 tareas para purificarse. Cada una de estas tareas debía realizarse en un lugar cada vez más remoto. Su décimo y último trabajo consistía en recuperar el ganado de Gerión. Este ganado estaba siendo custodiado por un perro de dos cabezas. El trabajo de Hércules consistía en derrotar a este monstruo y llevar los bueyes de regreso a su dueño. Este trabajo debía hacerse en la Isla de Eritea que pertenecía al desaparecido archipiélago de las Gadeiras. Esto lo llevó a los confines occidentales de las tierras conocidas.
La leyenda dice que al finalizar su décimo trabajo, Hércules colocó las columnas a modo de monumento. Como una manera de señalar que Hércules había estado en el fin del mundo. Las columnas de Hércules se dice que se formaron cuando el fuerte guerrero separó con sus manos una cordillera permitiendo el paso del mar por el Estrecho de Gibraltar hasta donde inunda actualmente.
Las Columnas de Hércules a través de la Historia
Hay muchos filósofos y escritores que han hecho referencia a estas columnas a lo largo de la historia. Este punto del Estrecho de Gibraltar está plagado de leyendas y mitos de gran interés. Esto refleja la importancia de este lugar para los pueblos de la antigüedad.
Los fenicios aparentemente fueron los primeros en nombrar este lugar geográfico y en acuñarle una historia fantástica. Para ellos estas eran las Columnas de Melkart. Melkart era a divinidad de la ciudad fenicia de Tiro. Desde esta ciudad se habría enviado una expedición a estas lejanas tierras occidentales a finales del segundo milenio antes de Cristo. La expedición se dirigía a Tartessos, una cultura que se desarrollaba al sur de la península Ibérica. Al llegar, fundaron Gadir, actual Cádiz en donde se construyó un templo en honor a Melkart. Este templo contenía dos inmensas columnas marcando su entrada. Así, los fenicios nombraron a los montes de Gibraltar en honor a las columnas del templo, las Columnas de Melkart.
Los griegos más adelante, tomaron a Melkart y su leyenda y lo asimilaron con el nombre de Heracles. Así, las columnas tomaron el nombre correspondiente como las Columnas de Heracles. Para los romanos se trataba de Hércules, y de allí el nombre actual de este lugar de leyendas y mitos.
Este lugar ha estado siempre lleno de historias, así, por ejemplo, según Aristóteles, estas columnas eran llamadas anteriormente las Columnas de Briareo que era otro dios griego. Pero luego de que Hércules purificara la tierra y se convirtiera en benefactor de los hombres se renombraron en su honor.
Hay quienes hablan de reales estructuras que habrían sido erigidas en el lugar geográfico. Así, para Estrabón, las columnas realmente existieron físicamente y eran parte de un templo dedicado a Heracles. Por su parte, Masoudi, un autor árabe del X afirma que el mismo Hércules habría construido un par de faros de bronce, uno en cada uno de los montes que forman el Estrecho de Gibraltar. Esto para indicar que no se podía ir más allá de esos límites.
Las Columnas de Hércules y el misterio de La Atlántida
Quienes conocen el misterio de la ciudad perdida de la Atlántida sabrán acerca de las Columnas de Hércules. Platón en sus diálogos de Critias y de Timeo ubica la Atlántida justo más allá de las Columnas de Hércules. Por lo que siempre se ha entendido que la ubica en el Mar Atlántico en los acantilados al oeste de estas columnas en el Estrecho de Gibraltar.
Simbología de las Columnas
La imagen de las Columnas de Hércules ha aparecido en escudos así como el texto que las acompañaba según la leyenda Non Terrae Plus Ultra (no hay tierra más allá) o simplemente Plus Ultra (más allá). Por ejemplo, el Rey Carlos I de España incluyó las columnas a los lados de su escudo de armas. Desde entonces ha permanecido como un símbolo más o menos recurrente.
Actualmente las columnas forman parte del escudo de España así como en el de varias ciudades autónomas como la de Melilla donde aparece también la frase plus ultra. También el escudo de la ciudad de Cádiz, Extremadura y en el de Andalucía.
Las Columnas de Hércules son un interesante tema de la mitología y sus varias historias hacen que el interés sobre este punto geográfico sea cada vez más grande.
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