Que nadie lo sepa.

Yo soy de esas que en lugar de aprovechar al cien por cien los domingos por la mañana, se los pasan vagueando y viendo programas en la tele. El desayuno empieza con Divinity, con “Dulces e increíbles” y rollos del mismo estilo como “Chocolatilandia” o como se llame ese que echan luego de tartas horrorosas hechas sólo con chocolate. El almuerzo transcurre entre ordenador y Masterchef repetido de fondo, y la comida se alarga con “Corazón, corazón” o “Corazón de…” o como sea (eso sí que no es por voluntad propia, sino fruto de una decisión totalmente unilateral tomada por mi madre).

Pues bien, a lo que voy. ¿De qué van en “Corazón, corazón”? En serio, ¿de qué van? Hoy han conseguido enervarme, que tampoco es que sea muy difícil en mi últimamente, pero es que ellos se han llevado premio. ¿Os habéis dado cuenta de que siempre que alguna famosa caza un novio nuevo (a cada cual más pastoso que el anterior) el comentario siempre es “Fulanita ha vuelto a sonreír” o “Fulanita ha recuperado la sonrisa”?

¿Cómo? ¿Acaso las chicas sólo podemos recuperar la sonrisa o sonreír a secas cuando nos cae del cielo un novio?

¿Y las que no lo encontramos (porque tampoco lo buscamos)? ¿No sonreímos nunca? ¿Vamos siempre tristes por la calle? No lo veo claro, eh. no lo veo.

Y es que son ridículos ese tipo de comentarios, antiguos (arcaicos, como diría Tejetintas) y poco o nada realistas. Y deberíais cambiar un poco vuestro estilo de redacción, porque para muchas chicas, ese tipo de comentarios les llevan a la triste conclusión de que una mujer sólo está completa cuando tiene al lado a un hombre.

Y no. No es verdad. De hecho, es la gran mentira, la gigantesca mentira universal.

 Porque no hay que pintarlo de sonrisa, se llama enamorarse, volver a enamorarse. Y eso es precioso, de lo más bonito que te pueda pasar. Pero si no lo estás, si no encuentras (ni buscas) esa chispa que hace que te vuelvas gilipollas y hables de alguien a todas horas, la vida sigue y puedes ser igual de feliz. No es indispensable tener a alguien que “te devuelva la sonrisa“, no te salen verrugas ni se te cae el pelo. Por ahí cuentan que existen chicas solteras felices, yo lo he oído, os lo juro.

Pero schsssss, no se lo digáis a nadie.

Que nadie sepa que somos felices sin ellos y que nos sobran las sonrisas.

15f5196a046e57ed36419e4d14bc7081


 Que nadie lo sepa, porque creo que si se enteran les fastidiará (a TVE, a Divinity, a las revistas y a algunos tíos). Y tampoco queremos eso. Que sigan pensando que sólo sonreímos si nos gusta alguien. Que sigan haciéndonos creer que los hombres son altamente necesarios y que sólo conseguimos la felicidad total si están cerca. Veréis, creo que una de las mejores cosas de ser mujer es tener la capacidad de dar la razón a lo que no la tiene con la finalidad de acabar riéndonos, con mucha más fuerza, al final de la partida.

.Pero que nadie sepa el secreto. Que todos sigan creyendo que creemos ciegamente en ese tipo de amor que nos vendieron y que tanto daño ha hecho. Y no hablo del amor en sí, del amor romántico de película, que en ese (muy a mi pesar) creo y odio lo del “cuánto daño hace el cine americano”. Hablo del amor a depender. Ése sí que ha hecho daño, y mucho. Y es que éso no es ni amor. Es un maldito lastre. Es una plaga. Un matapersonas. 

Ese tipo de no-amor sí que quita las sonrisas, y no la soltería.

f3610adfc27558a92c374ed21fb3bc99


Porque yo sonrío, y tú?

No me hace falta que venga un chico a mi vida para volver a sonreír, porque sonrío por mil millones de cosas al día.

Vuelvo a sonreír cuando me despierto y veo que, fíjate, sigo viva. Vuelvo a sonreír cuando muevo los muebles de mi habitación y encuentro recuerdos por cada rincón. Vuelvo a sonreír cuando miro la pared y veo esa foto y vuestras caras. Vuelvo a sonreír cuando algo me hace llorar de lo bonito que es. Vuelvo a sonreír cuando alguien toca música clásica por la calle o cuando los niños recogen perchas por la tienda y me las traen a caja.

Vuelvo a sonreír cuando veo a las señoras andando por la calle con el cardado del pelo chafado por detrás (yo me peino como ellas, sólo por delante) o cuando pillo a alguien hablando solo. Me hace gracia, no lo puedo evitar.

344a1a1d6677fb2909759aad151f287a


Y vuelvo a sonreír a cada segundo, porque en cada segundo hay algo, una fracción de vida por la que vale la pena sonreír. Aunque haya momentos de estrés o de problemas, o alguien te ponga de mal humor, o te pongas tú sola de mal humor, sin necesidad de que nadie contribuya.

Aunque no todo sea perfecto. Aunque no siempre tengamos lo que queremos. Aunque pensemos que necesitamos cambios, emociones, aventuras, mejoras. Aunque no estemos enamoradas y a veces, echemos un poco de menos estarlo, pero no por sonreír, sino por sentir. Aunque pase todo eso, que nadie lo sepa. Que nadie se entere.

Que nadie sepa que lo damos todo con esta canción.

Schss.



Que nadie sepa que nos bastamos y nos sobramos para partirnos de la risa cada día.

102f073aa6f8a15df314f57a3b14133a


Y un saludo para “Corazón, corazón”.

Atentamente,

M.

Archivado en: Cosas que contar(os) Tagged: Amor, mujeres, programas, reflexiones, Relaciones, televisión
Fuente: este post proviene de La chica de los jueves, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Día 16. El mundo, de Jimmy Fontana, sonaba esta mañana en San Isidro desde el balcón de alguien, en el edificio que queda a la izquierda de mi casa. Sentada en el sillón de mimbre pintado de blanco, c ...

Día cinco. Durante estos días de confinamiento me he dado cuenta de varias cosas. Algunas son bastante absurdas, otras tantas tienen relativa importancia y, las que dejaré para el final, creo que marc ...

No. No siempre es fácil. El amor no siempre te hace reír. En ocasiones, no fluye la comunicación, el drama llama a la puerta por un mal gesto o por una palabra desafortunada, la verdad se esconde por ...

Antes. A veces, solo a veces, me reía de tu música. Eso que escuchas parecen cánticos de catequesis para niños. Me duermo. Parece que estemos en misa. Venga va. Quítalo. Y tú, durante unos instantes, ...

Recomendamos