¡Buenos días!En el post de hoy quiero enseñaros un nuevo proyecto o una nueva iniciativa, como prefiráis llamarlo, que decidí empezar hace escasas semanas.
¿Cómo comenzó todo esto? Pues bien, estaba de visita en casa de unos familiares y vi un cuaderno gordísimo encima de la mesa de la cocina. ¿Qué era? Pues un diario de lectura. Un cuaderno de estos que se compran en las librerías con todas las secciones preparadas y en blanco dispuestas para que las rellenes con la lectura que hayas terminado. Incluía notas, frases *célebres*, curiosidades... así como la fecha de inicio, de final y una valoración general de si te había gustado o no.
Me encantó el formato, la verdad. Pasé varias semanas mirando en internet por si encontraba algo parecido pero mi búsqueda fue, además de infructuosa, frustrante. Debido principalmente a que los diarios de lectura que había en el mercado si bien eran parecidos, les faltaba contenido y gracia, pues eran bastante sosillos y muy caros.
Con este panorama decidí aventurarme y crear mi propio diario de lectura.
Le pregunté a alguien muy querido si podía echarle un vistazo y decirme así a grandes rasgos cuáles eran los apartados que tenía aquél maravilloso diario que me había enamorado y así poder hacerme yo una versión low cost con un cuaderno de tapas duras que tenía reservado desde hace varios años.
Me pasé la tarde bastante entretenida decorando la portada que, como veis, ha quedado bastante resultona, y espero poder ponerme al día con las lecturas que llevo este año y las que vendrán, que con suerte serán muchas más.
¿Sabéis lo que más me gustó de aquél diario? Que su dueña lo había completado ENTERO. Más de 200 páginas de reseñas de libros, datos, frases, notas, curiosidades en un solo cuaderno lleno de lecturas y autores que ansiaba descubrir. Me quedé con las ganas porque obviamente no iba a ponerme a fisgonear, sin embargo, espero que el que estoy haciendo pueda llegar a ser la mitad de interesante que aquél que vi.