Normalmente, las carteleras de nuestros cines se copan de grandes producciones de Hollywood, de los más variopintos superhéroes o de títulos que se anuncian a bombo y platillo en autobuses, metros o anuncios en televisión. Por suerte, en ocasiones y sobre todo en algunos cines donde, aún a día de hoy apuestan por el cine en mayúsculas, se pueden encontrar producciones independientes que consiguen llevarte a otro mundo.
Por suerte, nuestro cine de cabecera es uno de esos cines en los que, pese a proyectar también las grandes producciones del sector, apuestan también por el cine independiente y el cine europeo. Hace unos días y englobado dentro de este género, llegó sin hacer ruido y sin publicidad, la cinta francesa “Profesor en Groenlandia”.
“Profesor en Groenlandia” nos desplaza a la Dinamarca del año 2016. Allí nos encontramos con Anders Hvidegaard, un joven profesor recién titulado en espera de conseguir su primer destino. Ya en el despacho de asignación de destinos descubrimos que el deseo de Anders es irse a Groenlandia. Le ofrecen tres opciones y Anders acaba escogiendo Tinitequiilaq, el más recóndito de los destinos posibles, un pequeño pueblo de unos 80 habitantes.
La llegada de Anders a Tinitequiilaq no puede ser más chocante para el joven profesor. Su llegada se produce a principios de invierno, pero el pequeño pueblo se encuentra ya totalmente cubierto por nieve y carece agua corriente(la debe transportar él mismo con bidones, tanto para beber, como para ducharse).
Por si la dureza climática del pequeño pueblo no fuera suficiente, Anders muy pronto descubrirá que sus jóvenes alumnos no se lo pondrán nada fácil. Los pequeños, al igual que el clima, parecen totalmente asalvajados y tienen una clara disposición al pasotismo, tanto hacia él como hacia el colegio.
Entre los pequeños, uno llama la atención de Anders, el pequeño Asser quien tras unos primeros encuentros realmente salvajes, empieza a aprender en clase, aunque pronto la racha se trunca ya que deja de asistir para ayudar a su abuelo a cazar y pescar. Cuando Anders va a casa del pequeño para que le dejen volver a la escuela, se encuentra con la clara realidad del lugar: él, como danés colonizador no es bienvenido, y el pequeño debe colaborar en casa para asegurar la subsistencia de la familia.
Con el avance el tiempo y del invierno, Anders inicia también su camino de aprendizaje y descubrimiento, entendiendo que más allá de las grandes masas de hielo y de grandes animales, hay una forma de vida con profundos valores culturales hasta el momento desconocidos para él, aunque como ya os podéis imaginar, ha llegado el momento de deciros que, hasta aquí lo que os podemos contar el argumento de “Profesor en Groenlandia”.
Técnicamente “Profesor en Groenlandia” es una película visualmente impresionante. Sus imponentes paisajes helados ayudan a la perfección a crear el ambiente intimista necesario para contarnos la tierna historia del profesor, quien huyendo de su granja paterna debe enfrentarse a la dureza de la vida y a su profesión en un territorio inhóspito y salvaje. La historia se narra a ritmo pausado, sin grandes giros argumentales ni sorpresas, como lo que intenta reflejar, que no es otra cosa que la vida misma.
Desde el punto de vista interpretativo “Profesor en Groenlandia” nos parece una cinta realmente peculiar ya que tanto su actor principal, Anders Hvidegaard como el secundario, el pequeño Asser Boassen, jamás se habían puesto delante de las cámaras para hacer cine profesional y además podríamos decir que se interpretan a si mismos. Evidentemente, no están a la altura del trabajo de los grandes profesionales del sector, pero sí consiguen dar vida y sentimientos a sus personajes. En el equipo creemos que esta particularidad de “Profesor en Groenlandia” le da un valor casi incalculable.
Seguramente muchos catalogarán “Profesor en Groenlandia” como a una película aburrida, pero nosotros no lo creemos. Sí que es verdad que no es una película para todos los públicos sobre todo, no lo es para aquellos que busquen acción o superhéroes, pero podríamos decir que es un docu-film de lo más recomendable. Por todo lo que os hemos explicado, nuestra nota final para “Profesor en Groenlandia” es de un 7 sobre 10.
Título original: “Une année polaire” – 2018 – Francia
Dirigida por: Samuel Collardey
Duración: 94 minutos
Género: Drama, Documental