La soledad no está pelada con la felicidad.
No recuerdo quién me dijo que a esta vida venimos solos y nos vamos solos. Me gusta decir que lo decía mi abuela creo que al repetirlo me hace extrañarla un poco menos y sonrío al pensar que su sabiduría sigue conmigo. Pero en realidad no sé de dónde saqué esa frase tan poderosa y llena de razón.
A menudo la gente siente miedo a comer solo, a bailar solo, a caminar solo, a dormir solo.
Tenemos familia, amigos, pareja y siempre estemos rodeados de personas pero ese sentir, esos miedos, esa esencia, es sólo tuya y cuando dejes este mundo pues todas esas personas no te acompañarán, te irás así, como llegaste. Completamente solo.
La gente se espanta de la soledad creen que estar solos los hace menos pero la ley de la vida es simple: Naces y mueres solo. Lo que hagas y quien te acompañe en el camino es diferente.
A ratos se me olvida y quizá el escribirte esto sea para recordarme que; no puedo estar bien con nadie si no estoy bien conmigo.
Puede que te vaya bien y no tengas problemas con nada ni con nadie pero en el supuesto: tienes un trabajo genial y empiezas a tener conflicto con tu jefe. Crees que tus compañeros de trabajo son unas arpías que sólo te hacen la vida imposible. ¿Qué haces? Fácil. Cambias de trabajo. Pero al poco rato tienes exactamente el mismo conflicto. ¿Quién está mal? ¿Dónde está el problema?
Creemos que el problema es del otro. El otro no me ama, el otro no quiere convivir conmigo, mis relaciones fracasan por culpa de x o y y lo solucionamos creyendo que el mundo entero conspira en nuestra contra cuando lo que verdaderamente hacemos mal está en nuestro interior.
¿No puedes amar si no te amas?, le decía a mi padre mientras discutíamos sobre Ortega y Gasset y su Estudio sobre el amor. (creo que fue ese momento en el que mi padre me dijo eso de que venimos solos y morimos solos, por lo tanto no puedes amar ni respetar si no te amas y respetas primero)
No puedes cambiar el mundo si no cambias en tu interior, dicen los gurús de las nuevas filosofías. Y para estar bien con todo lo que nos rodea debemos estar bien primero, con nosotros.
Puedes tener infinidad de relaciones de pareja, cambiar de trabajo como de calzones y quizá siempre te enfrentes a los mismos problemas.
Pero sabes, el universo no confabula en tu contra. Busca en tu interior aquello que está mal y arréglalo. Ordena tu vida, desenmaraña los fantasmas, conoce tus miedos tus sueños, tus fantasías. Dale nombre y apellido a lo que quieres y no quieres hacer. Y hazlo desde tu soledad. Corre, brinca, lee, escribe, busca ese espacio en el que tengas una cita contigo y platícate, cuéntate tu propia historia. Sólo así podrás hacer frente a lo que venga; amor, trabajo, éxito, etc. Porque el cambio, siempre estará primero en ti.