Con su incomprensible idioma (al menos por mi), sus encantadoras callesitas, sus techos rojos, sus cúpulas, su tranvía, sus antiguos automóviles, su sabrosa y calórica comida, junto a sus mercados medievales, hacen que cuando llegamos a Praga nos sumerjamos en un mundo mágico en el que pasamos a ser princesas y caballeros de la antiguedad.
Podemos descrubrir una increible arquitectura, detalles que nos sorprenderán y harán que querramos estar en esta ciudad por mucho tiempo.
Lo más complejo de nuestro viaje, fue el trayecto en tren que realizamos desde Berlin hacia Praga. Un viaje que duró una hora más de lo estipulado por un pequeño desperfecto en el motor, el cual requirió que tengamos que estar en el camarote sin ventilación, mientras afuera la temperatura oscilaba los 38°C varados en el medio de la nada y escuchando una explicación por el parlante del tren que nunca entendimos.
Lo bueno, es que a pesar de ese incidente, el tren comenzó a funcionar una hora más tarde y comenzamos a vislumbrar los primeros paisajes salidos de un cuento de hadas con casitas en el medio de las praderas.
Al llegar a la estación central de la ciudad, caminamos con nuestras valijas hacia el hostel pasando antes a intercambiar nuestros euros por coronas checas. Haciendo cálculos de cuánto valdría nuestro dinero nos dimos cuenta de que resulta bastante económica la ciudad, sobre todo para comer aunque la atención es un poco cortante ayudada por la dificultad de entender el idioma. Para que se den una idea, 1 euro = 27 coronas checas aproximadamente
Ese dia llegamos al Mad House Hostel, donde nos recibieron con una cerveza checa bien helada!! Dejamos nuestras valijas y salimos a recorrer un poco la ciudad. Terminamos agotadas, con lo cual cenamos y nos fuimos a dormir para levantarnos temprano al otro dia.
Al dia siguiente, despertamos con muchisimo calor y decidimos ir a recorrer el Castillo de Praga y su bellisimo complejo.
Por la noche, el hostel hacía una fiesta en barco que recorria todo el Rio Vltava asi que aprovechamos para disfrutar de un paseo por la ciudad de noche y verla desde otra perspectiva.
Al dia siguiente fuimos al Puente Carlos, recorrimos las callesitas de la ciudad y visitamos el reloj astronomico.
Me encantó esta ciudad así que les dejo algunas fotos.
En total, nos quedamos 3 días y nuestro siguiente destino fue Ibiza, en el proximo post les cuento como estuvo!
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