POR QUÉS

Llevo una semana algo chunga. No es que sea así porque esté enferma, si no porque ha sido una semana bastante mala. Aunque a la vez ha sido buena.
Probablemente darme cuenta de qué es lo que no quiero en mi vida haya sido lo mejor que me ha pasado desde que empecé la carrera. Y considero eso una muy buena señal. Por qué tardamos algunos tanto tiempo en tener las cosas claras es aún un misterio para mí, por qué no conseguimos coger el tren a la hora y vamos siempre con retraso, corriendo detrás del mismo con la tostada en la boca es otro GRAN misterio para mí. Pero tiempo al tiempo, he pensado hacer un vídeo contando un poco todo el proceso que estoy viviendo ahora y probablamente a partir de ahí empiece a ser algo más constante y a permitirme crear cosas por mí misma y ver si tengo o no futuro en el mundo desde este lado de la red. La vida va muy rápido, hay que al menos, intentar aprovecharla.

Llevo al mismo tiempo toda la semana haciendo una reflexión bastante personal. Y es por qué o las razones que me llevarían a no romper con mi novio, es algo bastante hipotético la verdad, es más como he dicho antes, una reflexión personal. Tampoco es que estemos mal ni nada, nos queremos mucho y somos muy felices pero siendo realistas hay veces en las que las cosas no van bien y la mejor opción es dejarlo sin más. Y no pasa nada.

Pues bien, las razones por las cuales me daría miedo romper con mi novio son:

En primer lugar, miedo a la soledad. Pero no a la soledad como tal, si no al sentimiento de estar solo. Pero no es tampoco eso sin más, porque pese a estar con alguien estás solo (aunque haya convivencia, sigues estándolo) es porque pasas la mayor parte de tu vida (durante un tiempo) con alguien y compartes tantísimas horas, tantísimo tiempo que lo que aterra al final es el vacío que deja ese tiempo empleado y lo que pesa es recordar y echar de menos la felicidad que tenías con esa persona. Depende del grado de conexión que tengas con esa persona puede ser más o menos acusada la sensación de soledad pero en general no es como tal “estar solo” porque como he dicho, cuando tienes pareja pese a tener a alguien con quien contar prácticamente 24/7 sigues yendo sola a la compra, sigues durmiendo/levantándote sola la mayoría de los días, sigues yendo al trabajo/clases/gimnasio sola y sigues comiendo sola la mayor parte del tiempo. Si tienes amigos y no coincidís probablemente quedes con ellos también sola. Tu pareja como tal ocupa gran parte de tu tiempo pero podría decirse que en otro plano. Ni más ni menos, es un plano diferente. Entonces esto se puede agravar dependiendo de cómo esté presente la sensación de estar solo cuando rompes con alguien, pero no estar solo como tal, si no porque de repente dejas de tener una rutina que ocupaba gran parte de tu tiempo.
Si bien es cierto esto el tema puede complicarse algo más con el asunto emocional/afectivo/amoroso, creo que esto depende mucho más del tipo de ruptura/relación que hayas tenido, porque a veces separarse implica quitarse un peso de encima.

En segundo lugar: Inseguridades. Soy una persona consciente al 100% de todos mis defectos. Tanto físicos como emocionales/personales. Soy plenamente consciente de todas y cada un de las cosas que me pueden hacer poco atractiva en cualquier aspecto y eso me da miedo. Creo que a cualquiera podría dárselo, es natural. Tener pareja para mí ha sido superar ciertas cosas aunque en el proceso también me estoy enfrentando a muchas otras diferentes sin siquiera querer hacerlo. Pero principalmente ha sido darme cuenta de que hay alguien a quien no le parece desagradable que tenga un defecto en un lugar concreto y que más aún, no considera esa una razón para quererme menos. Y puede parecer algo de cajón, que cuando quieres a alguien lo haces al completo pero no es algo a lo que esté acostumbrada. De tal manera que ahora mismo tengo cierto nivel de confianza que sólo he logrado dentro de mi actual relación y por ende, con la persona con la que estoy saliendo. Y da miedo. ¿Por qué? Porque probablemente no vaya a haber otra persona capaz de volver a hacerme sentir cómoda con esos defectos que antes mencionaba. Probablemente vuelva a encerrarme en mí misma por miedo a ser rechazada (de nuevo) por alguien que a pesar de decirme que me quiere no puede dejar de poner cara de asco porque mi cuerpo no pertenece al cánon de belleza. O porque tengo pecas en los brazos. O porque no las tengo en la cara o porque igual estaría más guapa si me alisara el pelo en vez de dejarlo sin peinar como es habitual en mí, mientras que a mi novio le encanta que vaya por la vida despeinada. Probablemente me daría miedo intentar volver a abrirme a alguien o confiar en alguien sólo porque tengo muy arraigado el rechazo hacia mi persona por mi aspecto y el solo hecho de a haber encontrado a alguien que me quiere de manera tan plena hace que me dé miedo no volver a encontrar algo así nunca.

La frase “hay más peces en el mar” está bastante bien, pero se les olvida añadir que todos son diferentes. Y la posibilidad de caer en las fauces de un pez peor del que te tenía pillada antes son bastante más comunes y normales que hasta resulta alarmante. Y eso también da miedo. Salir de tu actual zona de confort y esperar encontrar algo “bueno” o aceptable para ti o que consideres que te mereces porque nadie te quiere mejor que tú y terminar con el culo al aire y muerta de frío emocionalmente. Y no sé, por qué dejar al pececito que te arropa, te da besitos, se preocupa porque no pases hambre y además te alegra la vida con la cara de bobo que pone cada vez que te ve. No sé.
Y hasta aquí esto. Realmente creo que lo único que quería era exponerlo sin más, no tengo muchas más intenciones a largo plazo y me parecía una buena forma de decir “te quiero puchurro” porque realmente, siendo francos y nada empalagosos ahora mismo es lo mejor que me podría haber pasado emocionalmente y me alegro mucho de cómo han ido yendo todas las cosas en nuestra relación. De cómo hemos crecido, madurado, afrontado tiempos malos y cómo pese a todo seguimos igual de enchochados el uno con el otro. Me alegra poder contar con él y ser alguien con quien él pueda contar, para cualquier cosa. Y me alegra que haya conseguido, y siga haciéndolo, quitarme miedos de encima (como dicen las canciones) a golpe de besos.