Tras el anuncio, el dotado con casi un millón de euros, ha comentado que intentará gastar el dinero de la forma más irracionalmente posible.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha premiado a Thaler porque sus contribuciones han creado un puente entre el análisis económico y el psicológico en la toma de decisiones individuales. De esta forma la academia ha dado un gran paso en reconocer que los economistas suelen asumir que las personas toman decisiones racionales, sin embargo, existen muchas discrepancias entre esas teorías y lo que en realidad ocurre: ¿Cuántas veces has tomado una decisión completamente pensada y cuántas han sido totalmente viscerales?
Y es que, según Thaler, para el análisis económico se deben considerar tres rasgos que sistemáticamente influyen en las decisiones económicas: la racionalidad limitada, la percepción de justicia, y la falta de autocontrol.
Entre los méritos que subraya el Banco de Suecia, se encuentra el desarrollo de la teoría de la contabilidad mental, que explica cómo la gente simplifica decisiones financieras. Esta sostiene que los individuos crean cuentas separadas en sus mentes y toman las decisiones según cómo afectan a esas cuentas separadas y no en el conjunto de sus finanzas. Un caso muy claro: cómo los taxistas solo trabajan hasta conseguir unos ingresos determinados al día y luego se marchan a conciliar en casa. Con este patrón, los taxistas no aprovechan bien los días en los que hay más carga de trabajo: dejan de ingresar porque se han ido antes.
Otra teoría muy celebrada es el efecto propiedad, es decir, que mucha gente tiende a valorar más lo que posee y le asigna un precio mayor que si no lo tuviese en propiedad. Esto explica que, el sentimiento negativo de una pérdida sea más fuerte que el positivo cuanto se obtiene una ganancia exactamente igual.
La investigación de Thaler también ha abordado las preferencias sociales y cómo incide en las decisiones económicas el concepto de lo que es justo. Su trabajo demuestra que la gente no toma las decisiones solo mirando lo que es beneficioso para ellos, también están preparados para privarse de un beneficio material con tal de mantener lo que perciben como una distribución justa. Están preparados para soportar un costo personal si así castigan a otros que violan las reglas. Y no solo cuando ellos se ven afectados, también si alguien más ha sido afectado. Además, pueden hacerlo considerando el bienestar de otro de una forma positiva, a través de la cooperación y la solidaridad, o negativa, como en la envidia o los celos.
El nuevo premio Nobel también ha descrito las tensiones entre lo que se planea y lo que se hace, y cómo el bienestar a largo plazo puede verse influido por las tentaciones a corto y la falta de autocontrol, algo muy evidente a la hora de fumar, comer o intentar ahorrar para la jubilación.
Vía El País
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